Capítulo 34: Una historia más

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22 de septiembre del 2021

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22 de septiembre del 2021

Los enormes ojos de Luisa se abrieron grandes después de haber escuchado a James hablarle de su plan para ese día. El método propuesto le parecía un tanto extraño para una sesión psiquiátrica, sus intenciones eran las mejores, pero ¿le ayudaría en algo?

Eran más las complicaciones que encontraba a los beneficios que la propuesta traería, o al menos, eso era lo que suponía. El sólo hecho de considerarlo le provocaba un miedo incipiente del que ignoraba cómo controlarlo, su mente podría no soportarlo, sobre todo luego de haber confesado sus sentimientos ante Gabriel, los mismos que él se negó a aceptar como una burda realidad. 

—¿De verdad consideras que esto funcionará, James? —preguntó al tiempo que se negaba a ponerse cómoda en el sofá que estaba en el consultorio del médico.

Aquel mostró una plácida sonrisa, mientras tomaba papel y pluma del escritorio, luego volvió el rostro y confirmó con un movimiento de cabeza. 

—Estoy seguro de ello. La hipnosis es un método probado y validado, con esto podríamos alcanzar regiones del hipocampo que nos ayudarán a desbloquear ese algo que obstaculiza la recuperación de tus recuerdos —explicó dando pequeños golpecitos en su propia cabeza. 

Luisa lo observó renuente, sabía que las charlas con James le hacían bien, aunque no siempre estaba dispuesta a experimentar todo lo que las terapias implicaban. La hipnosis era  un notable ejemplo. 

—Sí, pero ahora ya no sé si quiero recordar —expuso presionando los labios. 

—¡Vamos, Luisa! Podrías sorprenderte. Tal vez sea lo que necesites para volver a retomar tu carrera —insistió James, quien se encontraba sentado en una elegante silla de cuero negro con una sonrisa en el rostro y un cuaderno en las manos.

La mujer pensaba en cualquiera de los recuerdos que pudiesen volver a su presente: una posible pelea entre ella y Gabriel, alguna elegante fiesta a las que asistía con regularidad, los vicios que se apoderaban de su cuerpo o la misma relación que tenía con George. Nada de eso le pareció apropiado para volverlo parte de sus días. Aunque, por otro lado, estaba su deseo por saber de sus días felices, esperanzada en la idea de que hubieran sido más los que compartió con su esposo, que los que surgieron a sus expensas, al menos así la culpabilidad que sentía sería menor. Para esas alturas, prefería creer que su matrimonio no fue tan problemático como todos decían, ¿por qué no enfocarse en el primer año de su relación? Ese durante el que se supone fueron plenos y felices.

—Escribir de nuevo no es una posibilidad, pero lo haré a cambio de que no vuelvas a insistir con lo de retomar mi profesión o recuperar la memoria. No tiene caso seguir con eso —aceptó resignada—. Dime, ¿qué debo hacer?

La emoción se reflejó en el rostro de James y de inmediato señaló el diván.

—Bien, acepto. Ahora, recuéstate, relájate, debes soltar los hombros y poner tu mente en blanco, sólo atenderás lo que te diga a partir de ahora. 

LUISAWhere stories live. Discover now