Capítulo 31

9.9K 1K 996
                                    

Por alguna razón, Harry tiene una sensación extraña en el fondo de su pecho cuando entra al auto una vez más.

Tiene ese sentimiento desconocido alrededor de su cuerpo, el mismo que había percibido algunas semanas atrás y que ahora parece invadir por completo lentamente, escurriéndose por sus venas y provocando que los vellos cortos de sus brazos se ericen.

—¿Qué…? —Louis comienza al verle entrar al auto, pero se detiene casi tan pronto como Harry le regresa una mirada muy poco simpática.

El ceño fruncido del omega con sus labios en una mueca confusa es lo que a Louis le hace tragar saliva.

—¿No sientes tu aroma cambiar? —inquiere el omega de inmediato.

Ve a Louis alzar las cejas ante su cuestionamiento, luciendo genuinamente sorprendido.

—¿Mi aroma? —responde con una pregunta. Harry asiente, su rostro neutro y nada más que sus mejillas coloradas por el frío de la mañana—. No, ¿por qué cambiaría?

Harry frunce sus cejas con la duda palpando el fondo de sus emociones, sin realmente entender por qué Louis no podría notar el cambio de su propio aroma.

¿Es que acaso ha comenzado a imaginarse cosas? ¿Ha caído en la demencia?

—Es… Diferente —concluye seguido de un suspiro intranquilo—. Ha estado cambiando un poco últimamente.

Louis entorna sus ojos zarcos con curiosidad hacia el omega y termina ladeando una sonrisa que no llega a nada más.

—¿No te das cuenta? —Harry inquiere una vez más al no recibir una respuesta inmediata—. Últimamente se siente diferente.

Louis ladea una sonrisa que toca los nervios de Harry.

—Creo que te estás imaginando cosas, Harry, yo no siento nada —Louis dice antes de volver su mirada al frente y encender el auto con un movimiento rápido.

Harry solo deja ir el tema porque sí, seguramente han sido ideas suyas.

Ellos realmente no tienen demasiado que hacer un día como hoy, lunes, cuando los cachorros están en el jardín y están por emprender un pequeño viaje hacia el zoológico de la ciudad que les tomará toda la mañana y gran parte de la tarde.

Harry ha quedado con Zayn para la mañana siguiente encontrarse y Louis tiene reuniones a partir del miércoles. Entonces, todo apunta a que será un día bastante tranquilo.

Se dirigen una vez más al departamento del alfa porque Harry ha decidido que no tiene ánimos de ir a ningún otro lugar y que solo quiere dormir porque la noche anterior no descansó lo suficiente por estar pensando en cosas sin sentido —claro que el omega no se ha atrevido a añadir todos esos detalles—. Así es como Louis termina tomando el camino de la autopista y ellos se sumergen en una conversación banal.

El tiempo parece volar cuando en un abrir y cerrar de ojos están dando pasos en el interior del departamento con Louis pisando los talones del menor.

—¿Tienes hambre? —inquiere el alfa.

Harry hace un sonido con su garganta que parece una respuesta afirmativa, y Louis solo puede rodar los ojos porque sabe que es una maña que está adoptando de esos dramas asiáticos que ahora está viendo cuando se queda muchas horas en su departamento —en algún momento, los cachorros y el alfa optaron por ver televisión en la habitación que ahora es de Nimbe tan solo porque el omega se rehusaba a dejar a los niños ver sus series animadas—.

—¿Ya desayunaste? —Harry cuestiona ante el silencio del alfa, abriéndose paso a la cocina—. No quiero cocinar, haré cereal con leche.

Yendo detrás de él, Louis pasa sus uñas por su cuero cabelludo. Harry nota la acción cuando gira para verle.

Amateur ꩜ abo! larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora