Capítulo 37

7.2K 764 801
                                    

Louis simplemente adora ver a Harry cocinar. Resulta que es tan dedicado como para verse sincronizado y encantador cuando va de un lado a otro preparando todo, organizando la mesa al mismo tiempo que está al pendiente de los waffles y sirviendo el zumo de mango en los vasos para ambos.

Sonríe, claro que no lo puede evitar cuando estando sentado en la mesa del comedor Harry deja frente a él el plato con su desayuno. Luce tan apetecible como el mismo omega y aquel hombre de ojos zarcos y corazón acelerado solo puede besar los labios ajenos en agradecimiento por todo el esfuerzo que ha dejado en esto.

—Disfrútalo —dice el muchacho cuando se aparta de sus labios. Endereza su espalda y se da la vuelta para ir hasta su lugar justo frente a Louis.

—Seguro que sí —responde el hombre cuando ambos están por empezar a comer.

Basta con solo un bocado para que Louis deje caer sus párpados y un suspiro suave salga de él, acompañado de la risa coqueta del omega y, al verle al rostro, el hombre mayor se deleita aún más al ver su rostro colorado y mirada apenada.

—No exageres. —Termina por decir el menor. Su voz calmada y reprimida es lo que le delata.

—Es que no lo hago —responde el hombre. Limpia el borde de su boca con una servilleta y se apresura a comer un poco más porque, Dios, de verdad disfruta todo lo que Harry hace para él—. Me parece un insulto traer al chef teniéndolo todo contigo.

Contrario a la reacción que Louis sin querer espera, Harry baja su sonrisa muy lentamente al inclinar un poco su cabeza hacia un lado.

—¿De verdad lo traerás? —pregunta con su voz suave cargada de curiosidad y un poco de recelo, Louis quiere creer.

—Sí.

—No me dijiste.

Louis quiere suspirar. Esta, en definitiva, es su parte menos favorita sobre lidiar con personas en general. Pero no puede actuar como normalmente lo haría con el resto de las personas.

—Hace días te comenté al respecto, Harry.

Y él lo nota. Está esa sutil pero notable manera en la que el omega vuelca sus ojos de una manera muy osada, aunque a Louis le parece que es arrogancia de la que está comenzando a acostumbrarse.

—¿Va a vivir aquí?

Louis niega con la cabeza mientras diluye lo que está masticando. Ante la mirada de Harry, se ve obligado a tomar un trago de jugo para terminar rápido.

—Vendrá los lunes, miércoles y viernes. Creo que ya te lo había dicho.

—No lo hiciste. —Es lo último que el omega tiene para decir y Louis solo puede convertir sus labios en una línea fina para evitar comentar algo o incluso reírse.

Muy dentro de él, sabe que no debería, pero realmente no puede evitar sentir emoción en su pecho y tranquilidad en su lobo cuando Harry demuestra no estar muy satisfecho cuando se trata de otras personas al rededor del hombre, o cerca de ellos dos en general. Lo hace demasiado cuando pasan por los cachorros al jardín, toma una respiración profunda apenas percibe una pequeña mirada sobre Louis y le toca de cualquier manera; arreglando su corta barba, alisando alguna arruga inexistente en su camisa y como un último recurso, rozando sus manos.

Le gusta, por supuesto. También se pregunta si Harry será capaz de lidiar con esos arranques posesivos que nacen en el alfa y que por alguna razón todavía no se ha sentido capaz de externalizar porque, por suerte, tiene demasiado control sobre sí mismo.

—Alexander regresa el lunes a Londres.

Harry alza la mirada de su plato y casi como si hubiese olvidado todo lo anterior, una sonrisa se pinta en sus labios rojos.

Amateur ꩜ abo! larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora