Capítulo 19

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Louis escucha su nombre ser mencionado con cuidado, seguido de pequeños toques en su hombro y la luz comenzando a molestarle, aún cuando tiene los ojos cerrados.

Tiene que fruncir el ceño por la intromisión de la luz, y parece esa ser la señal que la voz necesita para comenzar a decir un montón de cosas que él realmente no puede entender.

Se obliga a agudizar su oído, su olfato encontrándose con el perfume de Harry y sus palmas solo tocando las sábanas lisas bajo él.

—… No puedo creer que seas tan vago para despertar, Louis. Tu alarma sonó hace más de diez minutos, ¿sabías? Y tú estás ahí acostado, aún cuando sabes que debemos salir temprano.

Quiere decirle que guarde silencio, que le deje dormir y que de paso se duerma él también, pero algo entre las palabras llenas de molestia del muchacho le obliga a abrir los párpados para encontrarse con la mata de cabello del muchacho.

Está junto a él, mirándole con esos ojos verdes tan espectaculares y el ceño fruncido con sus manos cruzadas sobre su pecho. Está sentado en el borde de la cama, arreglado y con el cabello húmedo.

—¿Es que te vas a quedar ahí mirándome sin hacer nada? —cuestiona el omega después de un par de segundos—. ¡Tu cita es en diez minutos!

Louis frunce el ceño.

—¿De qué cita hablas? —dice finalmente con la voz rasposa después de no haberla usado por algo así como ocho horas.

Ve como Harry rueda los ojos y niega con la cabeza.

—Louis, tu reunión con el inmobiliario para ver el departamento que mencionaste anoche, ¡yo qué sé!

Entonces, Louis borra su ceño fruncido con tranquilidad y alza las cejas para dejarlas caer casi de inmediato, una mueca en sus labios acompañando el movimiento,  haciéndole lucir divertido.

—Que fastidio —murmura antes de intentar espabilarse estirando sus brazos sobre su cabeza.

—No puede ser…

Harry se levanta de la cama con lo que parece ser un berrinche. Louis lo sigue con la mirada y lo ve abrirse paso hacia el balcón.

—¿Qué haces? —pregunta con la voz divertida.

—Pues nada, ¿qué voy a hacer? —responde el omega con arrogancia—. Me voy a sentar a tomar el sol mientras te da la gana de levantarte, no me merezco pasar por estas rabias porque no te quieres parar de esa cama.

Louis se ríe sin poder aguantar más, y finalmente se sienta.

—Ya, pero yo qué culpa tengo de querer dormir cinco minutos más —dice—. Además, tú eres un madrugador, Harry, ¿quién está bañado y arreglado a estas horas de la madrugada?

Harry rueda los ojos y suelta un bufido. El alfa se fija de la hora y sonríe.

—Primero, son las nueve menos cuarto de la mañana —comienza con aires despectivos—. Segundo, cuando tengas hijos vas a acostumbrarte a levantarte temprano para arreglarlos y llevarlos al colegio —murmura Harry con recelo mirando hacia el exterior. Su ceño fruncido y brazos siguen sin abandonarlo.

El alfa se levanta de la cama finalmente, estira sus brazos sobre su cabeza una vez más, y habla después de unos segundos se silencio.

—Mi hija no va a la escuela, lobito.

Louis se da cuenta de cómo la expresión de Harry se relaja apenas comienza a hablar. Y si se sorprende por lo que acaba de decir, Louis no lo nota, probablemente porque el omega es demasiado bueno creando máscaras.

Amateur ꩜ abo! larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora