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Luke POV

Tan pronto sentí la vibración de la alarma de mi celular abrí los ojos. Ni siquiera estaba dormido, solamente me mantenía con los ojos cerrados esperando la hora en que tuviera que levantarme de la cama.

Había sido una noche complicada.

Retiré lentamente mi brazo de alrededor de Alexa que por fin dormía plácidamente. Después de despertar en medio de la noche victima de sus recurrentes pesadillas, me fue bastante difícil conciliar el sueño.

No podía dejar de pensar en que era lo que causaba eso en ella, en mi cabeza había mil y un teorías, pero no sabría si alguna era verdadera hasta que ella me lo dijera.

Hice a un lado un mechón de cabello para despejar su mejilla y dejar un beso sobre su piel tibia. Tenía un compromiso y no podía retrasarlo de nuevo, no me sentía del todo seguro para dejarla un par de horas a solas pero tampoco podía hacer mucho.

Me levanté finalmente de nuestra cama tratando de ignorar los envases naranjas de píldoras en la mesa de noche a su lado. El simple recuerdo de haber consumido esos fármacos hace unos años me causaba escalofríos y detestaba profundamente tener que ver a Lex sufrir con algo que ni siquiera podía decir.

Tras una ducha rápida, me vestí con la ropa más cómoda que encontré. De vez en cuando lanzaba miradas a mi chica que por fortuna continuaba durmiendo, Petunia en algún momento se movió para acostarse a la altura de su pecho, por lo que me fue inevitable no sonreír con ternura por la imagen.

Salí de la habitación para entrar a la cocina y calentar un poco de agua, busqué entre los gabinetes de la alacena la caja con sobres de té y serví el caliente líquido en una tasa térmica con tapa no sin antes lanzar la bolsita dentro.

Regrese a la habitación con la bebida, una nota en blanco y un bolígrafo. Hice a un lado los medicamentos y escribí; Regreso en unas horas, bebe esto y descansa, tenemos una cita en la noche. Con amor, L.

Sentía una punzada en mi corazón por el sentimiento de impotencia al querer saber como ayudar a mi novia en lo que parecía un cuadro depresivo. Realmente no sabía en que momento había escalado a tal grado de verla consumir los mismos medicamento que tomé hace unos años.

Me despedí de Petunia y minutos más tarde salí de casa. El último par de días sentía que llegar a casa era sinónimo de sentirse preocupado y comenzaba a detestarlo. Navegué entre las calles del centro de Los Ángeles hasta llegar a mi destino, una cafetería local que los chicos y yo hemos comenzado a amar.

"Hemmo, eres el primero en llegar, que milagro" Dijo Ash al verme llegar, él era el único en la mesa además de su bebida.

"Si bueno, llevo despierto varias horas" Me dejé caer en la silla, él hizo una mueca y fijé la vista en algún lugar que no fuera él.

"¿Tiene algo que ver con la charla entre Kay y Alexa? Parecía algo consternada ayer que regresó a casa"

"Si, supongo. ¿Te dijo algo? ¿Kay?" Pregunté, quizás si Alexa le había dicho el motivo de sus pesadillas a Kay, ella le pudo decir a Ash y con suerte él podría decirme.

"No" Suspiré decepcionado. "¿Tu crees que va a venir a contarme lo que sea que Lex le dijo? Es como un código entre chicas Luke, y no sabrás nada hasta que ella te lo diga"

"No lo sé, con todo lo que está pasando ahora, no se si sea el mejor momento para sacar el anillo..." Froté el costado de mi frente tratando de reorganizar mis planes, pues con esto que pasaba, no estaba del todo seguro si era el mejor momento. "Iremos a visitar a sus papás en un mes, mi plan siempre ha sido hacer la proposición en ese lugar porque se que lo ama, pero no creo que sea buena idea ahora"

𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐥𝐢𝐧𝐞 | 𝐋𝐑𝐇Where stories live. Discover now