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Alexa POV


"¿Cuando fue la última vez que tuviste una pesadilla Alexa?" 

"Ummm, creo que fue uno de los días en los que estuvieron mis papás de visita en casa" Respondí mirando mis manos. 

"¿Crees que eso fue un motivante para que tuvieras esa pesadilla?" Preguntó mi psicóloga, yo asentí de inmediato. "¿Por qué?"

"Mi mamá, creo que fue solo por mi mamá, mi papá es un amor pero mi mamá no lo es tanto, creo que fue eso" Alcé los hombros. 

"¿Estuvo relacionada con ella?" Yo asentí. "¿Quieres contarme de que trató?"

"Un día antes habíamos salido a varias tiendas para buscar mi vestido de novia, también fue Liz, mi suegra, y supongo que las críticas que mi madre hizo durante el día volvieron a replicarse en mi cabeza cuando me fui a dormir" Ella asintió tomando una breve nota. "Simplemente desperté en medio de la noche, me sentía agitada pero no como las veces anteriores donde incluso estaba llorando..."

"¿Tu relación con ella ha mejorado o empeorado? Recuerdo que habías mencionado sentirte más unida a ella cuando tu y Luke viajaron..."

"Creo que se mantiene igual, aunque también creo que ambas siempre estamos caminando en la delgada linea que divide la calma y el enojo, mamá tiene opiniones muy específicas de mi y no le da miedo expresarlas"

Era totalmente cierto. Podría decirle a ella que sus comentarios me lastimaban pero solo me ignoraría. Pretender que no me dolían era mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero ella jamás cambiaría. 

Quizás por eso había sacado cita con mi psicóloga tan pronto tuviera un espacio disponible. Mamá se había marchado dos días después de mi cumpleaños dejándome más inestable de lo que ya estaba. 

Si, claro que había momentos en donde era feliz. Ya sea rodeada de mis amigos, Luke, Liz y papá, pero cuando estaba a solas con ella, sentía que no podía entablar una conversación con ella sin que me doliera escucharla. Fuera el tema que fuera.

Estaba dañada de por vida gracias a ella. Era uno de los principales motivos por los que tiempo atrás decía que no quería tener hijos. 

Hijos. ¿Llegaría la posibilidad de tenerlos algún día? No lo sé. Después de mi visita ginecológica de la mañana, ese tema era algo complicado. 

Mis ovarios parecían no querer cooperar, las hormonas que diariamente consumía hacían muy poco por eliminar el quiste que tenía y si en algún momento este decide reventarse, tal como dijo la doctora, podría perder el ovario y la posibilidad de quedar embarazada disminuiría un 50%. 

¿Cómo se supone que debía de salir de la consulta? ¿Feliz? ¿Triste? Salí furiosa. Furiosa con el universo por ponerme en este tipo de aprietos. 

La sesión terminó pasada una hora de haber comenzado. Salí de ahí sintiendo mi cabeza un poco más vacía de pensamientos y mirando el reloj en el tablero de la camioneta, supe que tendría que darme prisa para llegar a una cita importante. 

Seguía en shock. Seguía algo escéptica por el obsequio que Luke me había dado en mi cumpleaños. 

Concentrada en el breve camino de la clínica hacia el sitio que Luke había adquirido en el centro de Los Ángeles, me vi sumergida en un mar de pensamientos sobre todo lo que estaba ocurriendo en mi vida. 

Estacioné finalmente frente al complejo, los cristales mostrando el interior vacío del lugar y la presencia de una chica adentro que me hizo bajar rápidamente de la camioneta para entrar. 

𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐥𝐢𝐧𝐞 | 𝐋𝐑𝐇Where stories live. Discover now