Todo comenzó con una tarde lluviosa, mi vida se encontraba en un torbellino sin salida, ni alguna esperanza. Pero quién iba a saber que esa tarde tan normal como cada día, se convertiría en la razón por la que me mantengo viva nuevamente...
Prohibid...
Los más grandes se fueron a la escuela y los abuelos se quedaron con el más pequeño hasta que regresaran de clases y fueran a casa.
Jin estuvo callada durante la cena el día anterior, cosa que preocupó a su hermano mayor, pues Jin antes era muy alegre, pero ya no lo era tanto y justo anoche luego de hablar de morir noto que su hermana realmente había cambiado mucho ¿ella acaso? No podía imaginarse a su hermana con ese tipo de ideas en la cabeza, pero si era así la había descuidado demasiado.
─Jin ─la alcanza y toma su mano, la menor lo mira y sonríe─. Solo hasta la entrada ─dice serio.
─Kai, pero pasa que ya no soy un bebé ─dice Jin y su hermano se queda sorprendido al ver cómo la menor lo suelta y se va corriendo a la escuela.
─Oye! Esa mocosa... pero, realmente ha crecido ya.
JIN
Cuando desperté sentí que sería un buen día, no sentía eso desde hacía mucho tiempo, incluso escribí en mi diario que no uso esas dos palabras que ya no decía o sentía, pero que por alguna razón empecé a sentir repentinamente esta mañana─Estoy Feliz─, desde que lo escribí no he dejado de sonreír ¿Estoy realmente feliz? Puedo decir que hoy por primera vez en un largo tiempo me he sentido realmente llena y feliz, ya no duele como antes ¿Ahora podré empezar nuevamente sin problemas? Siento que podré lograrlo de ahora en más.
─Miren quien volvió, es nuestra querida Asakura Jin ─habla la chica que molesta a Jin desde que entró a la escuela, es ella la razón de la depresión de Jin, había soportado por muchos años, pero hasta la paciencia tiene su límite y Jin incluso estuvo apunto de quitarse la vida por esa chica─. Escucha mugrosa, ahora tienes que hacer toda nuestra tarea ─dice Akira poniendo sus cuadernos y los de sus amigas en el puesto de Jin.
─Ya no voy hacer nada por ti, no seguiré siendo tu marioneta ─dice firme, Akira abofetea a Jin y la toma del cabello.
─¿Qué no lo harás? ─levanta su mano frente a ella, Jin cierra los ojos...
Y eso que empezaba a creer que volvería a ser feliz.
HARUA
Era el primer día de Harua en Hiroshima, su familia se mudó a esta ciudad hace poco y él acababa de llegar, al principio se sentía un poco triste por dejar su ciudad natal, pero cuando llegó a Hiroshima le gusto el lugar; así que ese mismo día salió a dar un paseo. Fue cuando caminaba y sentía la suave brisa en su rostro joven, que vio a una chica de su misma edad apunto de lanzarse de un puente; el cuerpo de la chica estaba temblando y sus cabellos eran movidos por la brisa que en su entorno parecía más fuerte que dónde estaba parado él.
─No ─murmura Harua, su rostro se puso pálido, quizá se sintió algo mareado por verla ahí arriba, apunto de lanzarse.
Esa escena fue muy impactante, Harua no podía moverse, pero la chica lloraba desesperada y su cuerpo cada vez se veía más y más capaz de saltar; eso hizo que el pelinegro reaccionara y entonces sus pies avanzarán, así fue como se acercó actuando calmado, hizo que la chica lo mirara a los ojos, y fue así como logro que esta no hiciera tal cosa cómo lanzarse del puente.
Cuando sus ojos se vieron, Harua no pudo evitar sonreír, estaba feliz de haber logrado que no saltara. No sabía por lo que ella pasaba, pero seguro su vida valía mucho para otras personas, no podía permitirse que saltara del puente y se quitara la vida con el presenciándolo, justo en su primer día en esta ciudad.
─Todo va a estar bien ─fue lo que le dijo y realmente esperaba que estuviera bien, ella merecía vivir, eso entendió luego de ver su mirada, ella quería vivir, pero estaba asustada y triste.
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Disculpen las faltas ortográficas, lo arreglare pronto.
