Todo comenzó con una tarde lluviosa, mi vida se encontraba en un torbellino sin salida, ni alguna esperanza. Pero quién iba a saber que esa tarde tan normal como cada día, se convertiría en la razón por la que me mantengo viva nuevamente...
Prohibid...
─Jo, de casualidad ¿eres hermano de Asakura Jin? ─Jo alza las cejas.
─Uh... ─sonríe─, por supuesto que no, ella es solo alguien que asiste a mi misma escuela, Cómo... ¿Cómo es que conoces a Jin?
─Esta en mi clase, creí que ustedes eran hermanos por sus apellidos.
─La verdad no tengo nada que ver con Jin, ella es alguien tímida ─Harua asiente y ya no pregunta más.
─¿Todos siempre han molestado a Jin?
─Así es, es porque la creen muy frágil.
Harua no creía que Jin fuera frágil, sólo cría que tenía miedo a defenderse.
Luego de una larga conversación con su nuevo amigo, Harua se despidió y fue a clases; su puesto seguía siendo junto al de Jin, pero a diferencia de ayer, hoy no quiso incomodar y no la saludo.
JIN
─Jin... ─Jin vuelve su mirada a él y este la está mirando─, lo siento ¿podrías prestarme una goma de borrar?
─¿No estabas evitándome?
─Creí que te incomodaba por eso no te salude, si también te incomoda esto entonces le pediré prestado a alguien más ─dice levantándose, Jin le pasa su estuche y este vuele a sentarse─, Segura que puedo tocar tus cosas.
─Mientras no pierdas nada de ahí puedes usar lo que quieras ─Harua sonríe y toma el estuche de Jin.
─Gracias, lo cuidaré bien.
Luego de la clase de matemáticas Jin se levantó de su puesto para ir al baño y choco con la mochila de Harua y de esta salió disparado un estuche de lápices, era de color celeste claro.
─Tch... es tan tierno ─murmura mientras lo observa cuidar bien del estuche que ella le prestó.
─¿Cómo es que tiene tantas cosas lindas? ─se pregunta Harua, Jin sonríe y se va al baño.
Simplemente no podía evitarlo, deje que se acercara a mi, era tan tierno verlo con su uniforme y siempre me seguía a todas partes, creo que realmente le agrade desde el primer día, no podía negarlo, él también me agradó, pero tenía miedo de acercarme a él, siempre había sido tímida con las personas nuevas, pero él llego naturalmente a mi y quiso ser mi amigo, luego de pensarlo por unas semana finalmente pensaba dejarlo ser mi amigo.
─Hola...
─Ha... Harua ─sonríe─, ¿de verdad te agrado?
─Me agradas mucho ─responde─, te lo dije desde hace un tiempo. Quiero que seamos amigos.
─¿Amigos?
Pero aunque yo le agrade, dar este paso era demasiado difícil para mi, así que lo pensaría un poco más.
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