Todo comenzó con una tarde lluviosa, mi vida se encontraba en un torbellino sin salida, ni alguna esperanza. Pero quién iba a saber que esa tarde tan normal como cada día, se convertiría en la razón por la que me mantengo viva nuevamente...
Prohibid...
Luego de la escuela Jo siguió a Jin a casa de la abuela que quedaba muy cerca de la suya y mientras iban de camino hablaban de algunas cosas y se conocían mejor.
─Harua y tu son bastante cercanos ¿cierto? Me pregunto cómo es que se conocieron ─dice Jo, Jin guarda silencio y piensa en el día que vio a Harua por primera vez, no estaba segura de contarle algo así a Jo simplemente porque se sentía avergonzada de sí misma por ser tan cobarde en el pasado.
─Solo sé que Harua es lo mejor que me ha pasado ─sonríe la chica hablando de Harua, Jo nota como los ojos de su hermana brillan u también sonríe─, gracias a él he aprendido a adaptarme y ya casi no me molestan en clase, Harua-Kun ha sido un apoyo muy grande y le estoy agradecida.
─Lamento nunca haber hecho nada por ti Jin. En ese entonces no tenía idea de cómo acercarme a ti y deje que todo lo malo te pasara ─dice Jo sintiéndose culpable, Jin niega.
─Ya no importa eso hermano, lo único que es importante en este momento es que tú estás devuelta.
Jo se sentía igual de entusiasmado por conocer a su abuela, pero no creyó que ese mismo día conocería a toda su familia junta. Esa fue su sorpresa más grande. Sus padres se encontraban ahí al igual que sus demás hermanos.
La reacción de sus padres fue demasiado fuerte, más la de su madre que lloraba a mares mientras le pedía disculpas de rodillas por no haber intentado más, su padre que antes ni siquiera podía mirar a Jin, lloraba por ver a su hijo de vuelta y le pidió disculpas a su única hija, esto conmovió el corazón de los gemelos, pero sobre todo rompió el corazón de Jo, pues siempre había imaginado que ese día sería más feliz y alegre y termino siendo nostálgico y aunque se sentía aliviado de ver a sus padres y la mayoría de su familia, sentía pena por su madre que se encontraba en casa acostada en la cama luchando por seguir en este mundo solo por él.
En su cabeza había ocurrido muy deprisa, pero para Jin había durado una eternidad, en ese aspecto los gemelos eran diferentes, por qué a diferencia de Jin, Jo nunca olvido quién era, sin embargo Jin se había olvidado a ella misma y por eso se sentía más sola que nunca.
─Ya no me siento sola ─dice Jin mirando a su hermano con una sonrisa.
─Descansa ─dice ahora antes de irse.
─Veámonos mañana Jo ─se abrazan por última vez.
Los gemelos eran más unidos que nunca, cada vez era más difícil poder separarlo del otro por más que se prometieran ver luego. Suponían que era cierto que al compartir vientre juntos y misma bolsa, necesitaban al otro para vivir, como si de ello dependieran porque ahora están juntos otra vez.
─Te extrañare ─dice Jin, Jo sonríe y la abraza fuerte.
El sueño de Jo al desear tanto abrazar a su hermana era cada día más real, pues lo había logrado y ahora no quería dejar de hacerlo, antes no le gustaba este tipo de gesto, pero es que Jin era su gemela y no podía dejar de extrañarla por los años perdidos.
─Hijo, mi niño ─habla su madre ahora más relajada que antes, aunque aún tenía sus ojos hinchados de llorar─, mi amor ─dice tomándolo de las mejillas una vez que Jin deja de abrazarlo─, ven con nosotros por favor.
─Ma ─habla Jin, los ojos de Jo se cristalizan.
─Ma, me encantaría ─dice y su madre acaricia sus manos sin querer dejarlo ir─, pero debo volver a casa, no he visto a mi madre todo el día.
─¿La mujer que te cuido todo este tiempo? ─Jo asiente─, desearía conocerla pronto, debo agradecerle por todo, gracias a ella estás aquí mi vida.
─Ma, por favor deja que Jo vaya yendo, su madre debe estar preocupada ¿Cierto hermano?
Aunque la preocupación era de Jo, él también no podía hablar de la situación de su madre adoptiva con tanta liberta, ya que el mencionar su enfermedad destrozaba su corazón y era incapaz de mantenerse fuerte como era por fuera.
JIN
─¿Por qué mi hermano no vino con nosotros? ─pregunta Kimura entrando a la habitación de Jin que se encontraba doblando ropa con su madre.
─Kimura ¿no te había dejado dormido en tu habitación? ─Jin sonríe─, Jo... aún no puedo creer que este día llego, realmente nos reencontramos ─dice la mayor.
─Mamá ¿Cuándo crees que Jo podría estar con nosotros? ─pregunta Kimura.
Kimura realmente se había encariñado con el más alto, Jin también esperaba que ese día llegara muy pronto, pero sabía que ese proceso tardaría un poco, ya que Jo había sido adoptado por otra familia y para esa otra familia sería difícil aceptar que ahora el tiene que estar con su familia que lo estuvo buscando durante tantos años.
─Cariño tu no te preocupes por eso ─dice la madre de Jin abrazando al pequeño─, ya regresa a la cama ¿sí? ─el teléfono de Jin empieza a sonar por lo que se había extrañado, pero cuando vio que era su hermano no dudo en contestar.
─Jo ¿Cómo... ¿Eh? Jo, hermano cálmate ─dice ahora Jin llorando─, Mamá, algo le sucede a mi hermano, no deja de llorar ─la madre de Jin toma el teléfono y habla con Jo.
─Jo, amor ¿dónde está estás ahora?
─¿Mamá que le pasa a Jo? ─pregunta Jin preocupada.
─Tranquila cariño, Jo relájate, iré en camino.
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Para todos mis lectores, mil disculpa por no haber actualizado antes, tuve una semana muy movida y no me dio tiempo de actualizar esta historia, pero publicaré otro episodio pronto. Gracias por 900 vistas y el apoyo, l@s amo mucho.
