Todo comenzó con una tarde lluviosa, mi vida se encontraba en un torbellino sin salida, ni alguna esperanza. Pero quién iba a saber que esa tarde tan normal como cada día, se convertiría en la razón por la que me mantengo viva nuevamente...
Prohibid...
─¿Oh? Pero, Jin ¿Qué tienes puesto? Pareces toda una fruta.
─¿Qué dices? ¿Eso es un cumplido o es un insulto? ─dice desanimada.
─Creo que luces linda, incluso te maquillaste un poco, el color es lindo ─dice Jo para hacer sentir a su hermana mejor, esta sonríe y asiente.
─Luces como un melocotón. No solo tus zarcillos son de la fruta, la gargantilla también ─Jin agacha la cabeza.
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─Harua me los compro en Nagano porque creía que se me verían lindos ─dice murmurando, Jo mira un poco serio a Kai─. Entonces no los usaré ─dice quitandoselos.
─No no, son lindos ─habla Jo─. Kai no sabe de moda, además luces tierna ─Jin vuelve a sonreír.
─Entonces, ¿Lo dejo suelto o me recogo una coleta?
─Creo que una coleta estaría bien, así puedes presumir los zarcillos que Harua te obsequio ─Jin asiente emocionada.
─Gracias hermano ─le dice a Jo y luego mira mal a Kai─. Entonces confío en que me veo muy bien ─dice recogiendose una coleta.
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