Capítulo 18

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Kalos

No tuve tiempo para sorprenderme. Mis alas habían regresado, había volado, y había salvado a Nydia de la muerte. Pero la batalla había empezado, y yo debía pelear para salvarnos a todos. Ella... Ella se había liberado, había destrozado ese aparato que tenía en el cuello con esa luz brillante que salió de su interior. Era como fuego cósmico saliendo de un cuerpo humano. Algo imposible pero real, asombroso y mágico.

Pero tampoco pude detenerme a analizar lo que mis asombrados ojos habían presenciado, porque el enemigo se acercaba hacia nosotros, poniendo de nuevo en peligro a Nydia. No podía permitir que atraparan a un ser tan maravilloso y único, no podía dejar que la usaran en su beneficio, que la torturasen tratando de entender lo que había sucedido. Hay veces en que las respuestas no merecen el sacrificio que conlleva conseguirlas.

Así que me lancé a la pelea, interponiéndome entre aquellos que deseaban capturar a Nydia. Si la querían, tendrían que pasar por encima de mi cadáver.

Golpeé con todo con lo que tenía, y eso incluían mis nuevas alas. No me importaba volver a perderlas, por ella habían vuelto a mí, y por ella era justo perderlas. Lo que me sorprendió fue no solo golpeaban lo que tenía delante, sino que lo atravesaban como si fueran metal incandescente. Podía sentir chisporrotear la carne que cercenaba con mis plumas de... No sé de qué estaban hechas, pero eran más que luz. Aquella luminosidad era sólida, consistente y podía tocarla porque a mí no me quemaba.

Una flecha voló hasta mí e instintivamente coloqué una de mis alas para protegerme. No solo me sirvieron de escudo, sino que noté como aquella punta de metal rebotaba sin causarme daño.

Tenía una nueva arma, así que la utilicé tanto como pude. Esta batalla la teníamos que ganar.

Silas

Mi corazón casi escapó del pecho cuando vi caer a Nydia por aquel acantilado. Y casi hubiese sido lo mejor, porque ver a Kalos saltar detrás de ella casi lo detiene. Pero las que no aguantaron fueron mis piernas, sobre todo cuando un ángel de alas de fuego ascendió la montaña como un reyo de luz.

—Nanuru, nanuru. —Balbuceó alguien a mi lado. Había estado escuchando lo suficiente de su lengua para llegar a entender la mayoría de sus palabras, pero esta no la había escuchado antes, era nueva.

—¿Qué... qué significa? —Me atrevía preguntar.

—Es el pájaro de fuego que renace. —Me explicó una asombrada Mehari. Les entendía, yo también estaba sorprendido y fascinado. Un momento, pájaro de fuego que renace, para ellos Kalos era un fénix. Y estaba totalmente de acuerdo con ellos, aunque no por los mismos motivos. Sus alas habían renacido inexplicablemente, y no solo eso, sino que eran de fuego ¿era eso posible?

—Arriba, arriba. —Mehari reaccionó y empezó a movilizar a sus compañeros. No podíamos olvidar que esto era una batalla, y quisiéramos o no, ya había empezado. Dudaba mucho que Nydia se hubiese caído o lanzado voluntariamente desde aquel lugar, así que solo quedaba un acto hostil contra su persona. Eso solo tenía un significado, había gente peligrosa allí arriba.

—Tengo que subir. —La detuve antes que me dejara allí, sin posibilidad de acceder a aquella zona. Me estaba volviendo loco, yo nunca he sido un hombre de acción, nunca he corrido hacia el peligro. Pero saber que Nydia estaba allí, que necesitaría toda la ayuda posible, me hizo pensar en que prefería estar en medio de esa batalla que ser un mero espectador desde aquí abajo. Bueno, ni eso, porque desde aquí no se veía nada.

—En la segunda ascensión. —Me dejó de lado mientras atrapaba el hombro de un compañero. —Hay que darse prisa, nuestros amigos pensarán que es nuestra señal de luz.

El clan del viento - Estrella Errante 3Where stories live. Discover now