Capítulo 26: Invasión

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Katsu, katsuー

Los guijarros pateados por las botas de cuero rodaron y el sonido resonó en las paredes de la estrecha mina abandonada, desapareciendo en la oscuridad.

El aire polvoriento de la mina abandonada dificultaba un poco la respiración y la visibilidad era escasa.

A pesar de que la fuente de luz generada por la magia estaba iluminada, solo se podía ver un poco más.

Mina abandonada oscura.  Solía ​​ser un área próspera donde se extraía una gran cantidad de mithril y se vendía como material para armaduras, pero después de que terminó la guerra con el Rey Demonio y disminuyó la cantidad de mithril extraído, la mina fue abandonada y ahora cubierta de telarañas y  polvo.

En la oscuridad, había una figura que caminaba lentamente, vigilando su entorno.

Como se mencionó antes, era un grupo de personas que habían creado una fuente de luz con maná.

Iluminado por la fuente de luz, era difícil distinguir hasta el más mínimo detalle de colores, pero la mayoría de las personas en el grupo, tanto hombres como mujeres, eran hermosas, excepto una persona, cuyas orejas no eran largas y puntiagudas.

elfos

Gente del bosque.  Guardianes del verde.  Uno que escuchó las voces de los espíritus.

Había muchos nombres para ellos, pero el más importante era que eran los mejores en el uso de la magia en este mundo.

En medio de los elfos había una figura humana.

A la cabeza de la manada había una mujer caballero élfica y una mujer caballero humana.

Fiana y Alfira.

Detrás de ellos, los caballeros masculinos los siguieron.  Los hombres eran todos elfos.

Cada uno de ellos estaba ligeramente tenso, pero sus expresiones estaban relajadas.  Las dos mujeres, por otro lado, tienen expresiones tensas.  Sus pasos eran lentos, y sus manos sobre las espadas que colgaban de sus cinturas estaban más tensas de lo necesario.

Estaban claramente nerviosos.  Y más de lo necesario.

"Casi ahí."

Fiana, la caballero elfa, abrió la boca.

Habían pasado varias horas desde que entraron a la mina abandonada.  El aire estaba estancado y el sol no era visible en la mina abandonada, por lo que era difícil saber exactamente cuánto tiempo había pasado, pero por el cansancio y la cantidad de pasos que había dado, sabía cuánto tiempo y qué distancia había recorrido.  desaparecido.

Era casi el lugar donde Fiana lo enfrentó en esta mina abandonada y fue atacado por el limo: Black Ooze.

Recordando ese momento, Fiana y Alfira hablaban cada vez menos.

En el camino a esta mina abandonada, habían sido guiados a través de la mina por Frederica y Satia, dos aventureros que supuestamente estaban desaparecidos y habían sido derrotados por Black Ooze debido a su traición.

Pero aunque estaba nerviosa, no tenía miedo.

Esta vez fue diferente a esa vez.

Al sentir la presencia de los caballeros elfos, no solo de Fiana, inhaló y exhaló suavemente, tratando de no hacer ruido.

Esta vez, tenía caballeros elfos que eran buenos en la magia y, sobre todo, sabía de la existencia del Black Ooze.

Usaba magia, el moco tenía un veneno paralizante e imitaba las paredes de roca de las minas abandonadas.

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