Vol.2 - Capítulo 3: Enano 2

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Había un cierto número de personas que despreciaban el país rodeado de bosques profundos como una "tierra incivilizada".

Grabalt, el reino del bosque.

Era una tierra de demi-humanos que podían comunicarse con animales y espíritus que estaban bendecidos con habilidades físicas y les crecían orejas y colas y usaban sus fuerzas y sus habilidades.

Más del 70% de la tierra del país estaba rodeada de bosques, y la tierra siempre estaba tenuemente iluminada.

El suelo, oculto por los árboles del bosque, estaba embarrado, brotaban insectos y el suelo se estaba pudriendo y emitía un olor extraño.

El agua de los lagos donde no llegaba el sol estaba podrida, y las bestias eran mucho más duras aquí que en los alrededores de Fonteau, donde florecieron los sistemas introducidos por el héroe.

Incluso los hombres bestia y los semihumanos, que tienen habilidades físicas muy superiores a las de los elfos, rara vez ponen un pie en esa tierra, y solo los guerreros reconocidos por la tribu pueden ingresar al bosque.

Por lo tanto, el mapa del bosque no era exacto, y cualquier persona fuera del país que supiera de la situación lo criticaría como "tierra incivilizada".

El hecho fue.  En la tierra de Grabalt, nadie conocía su tamaño completo.  Muchos lugares eran inaccesibles incluso para el rey del país, las hadas longevas y los aventureros que principalmente exploran.

Algunos lugares estaban prohibidos en su creencia, mientras que otros eran barrancos completos que representan un peligro mortal si los humanos ingresan.

A pesar de que el bosque estaba conectado con la tierra, una vez que una persona entraba en él, aquellos que no conocían la tierra podían perder la noción de hacia dónde iban y desde qué dirección entraban en el bosque en poco menos de medio día.

Aquellos que se pierden no pueden salir del bosque y mueren de hambre, se convierten en comida para las bestias, beben agua venenosa o se quitan la vida.

Personas que se propusieron mejorar la precisión del mapa.  Algunos eran de Fonteau que cometieron un crimen y trataron de escapar a Grabalt.  Algunos van al bosque por curiosidad.

No había límite para la cantidad de personas que ingresaban, pero su destino casi siempre estaba predeterminado.

Grabalt era tierra sin urbanizar.

No había muchos lugares donde la gente pudiera vivir, y la única forma de llegar al reino era siguiendo un camino fijo.

Era una tierra vasta, pero solo había unos pocos caminos por los que uno podía entrar.

Era un inconveniente, pero la única forma de llegar al reino era a través de esos caminos.  También fue lo mismo incluso para los elfos, que sobresalían en el uso de la magia y podían sentir la voluntad de los espíritus.

Sin embargo, también fue lo mismo para los hombres bestia, los demi-humanos y los humanos que viven en este mundo.

No tenía nada que ver con las bestias, insectos y monstruos que estaban acostumbrados al clima de Grabalt.

En el bosque tenuemente iluminado.  Una tierra tropical que era húmeda e incómoda para quienes van allí.

El suelo no era suelo sino fangoso, y si alguien caminaba sobre él, agotaría su fuerza más rápido.

El musgo se aferraba a las ramas de los árboles donde no llegaba el sol, y los horribles insectos que se alimentaban del musgo pululaban alrededor.

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