cuarenta y uno

3.6K 434 116
                                    

—¿Y recién me contas esto Ro?—cuestionó Ximena un tanto molesta mientras observaba como Rocío jugaba nerviosa con sus dedos y cabizbaja.—Ese hijo de puta no puede encararte y decirte todas esas boludeces.

—Me tomó desprevenida y no supe que decirle. Pero puede tener razón en todo lo que dijo—murmuró y fijó la vista en su amiga.

—¿Jeremías?—preguntó riendo con ironía—¿Jeremías teniendo razón? Ro no alucines de esa forma.

—No estoy alucinando.

—Por favor amiga, estamos hablando del pibe que una vez preguntó porque el PSG no juega un partido con Argentina. Decime cuando una persona con ese pensamiento va tener razón. Es un pelotudo.

—Xime pero el tiene razón.

—¡Dejá de decir que la tiene!

—¡Pero es la verdad!

—¿Por qué te crees las boludeces que salen de su boca? Hermana te dijo que ningún pibe se va a interesar por vos nunca en tu vida. ¡Pero se equivoca! Seguro en el mundo exterior está el amor de tu vida esperando para conocerte.

—Si claro. Como si eso fuera real.

—¿Además porque te preocupas por eso? Somos pendejas todavía, tenemos quince años y estamos al borde de los dieciséis. Tenemos que disfrutar de nuestra soltería y de la vida. Nuestro momento de tener novio quizás no es ahora, pero se nos va a dar algún día.

—Que graciosa. Si no me da bola ni un perro ahora imagínate en unos años.

—Ay Ro. Mírame a mi, no me atrae ningún pibe y estoy joya. No todo gira alrededor de los hombres—elevó los hombros y sonrió—Bueno... quizás Lisandro Martinez. Pero él es una excepción especial.

—Y todo esto que te conté que me dijo Jeremías me hizo acordar a mi abuela. Cuando mi mamá estaba embarazada de mi ella le dijo cosas similares.

—Ay, me acuerdo que me contaste de eso. ¿Pero ves? Ahí tenes un claro ejemplo, tu abuela se equivocó.

—Lástima que volvió con mi papá cuando yo tenia cuatro. Él le cagó la vida.

—Pero sino serias hija única. Alma y Juliana nunca hubieran existido.

—Eso es lo único positivo. Lo lindo es que tengo a mis hermanas, pero él fue muy mierda con mi vieja.

—Pero tu mamá es tremendo ejemplo—susurró alterada—Pilar volvió con el pelotudo de tu papá, afortunadamente se separó y ahora tiene al hombre sexo en sus manos. ¡Fíjate que si se puede!

—¡Ximena por dios!—exclamó indignada al escuchar la referencia hacia Emiliano—Agradecé que a mi mamá le caes bien.

—Ella me adora. Estoy segura que hasta me adoptaria—sonrió orgullosa—El punto es que el amor llega. Tarda en llegar pero en algún momento a todos nos toca.

—Xime no tengo nada de interesante como para atraer a un chico—suspiró pesadamente—No soy linda, no soy divertida, a veces me veo desagradable y no hay nada en mi que llame la atención. Soy de lo peor

—Si te volves a rebajar así te juro que te cago a trompadas—amenazó ximena apuntándola con el dedo—No quiero volver a escuchar esas palabras saliendo de tu boca.

—Y acá vamos con el discurso...

—¡Rocio sos hermosa! ¡No podes decir tantas boludeces en menos de un minuto!—exclamó indignada tras escuchhar cada uno de los dichos de su mejor amiga—Literalmente sos una persona increíble y todo de vos llama la atención. Sos linda, divertida, generosa y muy interesante. Te haría una lista larguísima si fuera necesario. Tenés un ojazos hermosos. Si no fueras mi amiga ya te hubiera dado como chancho al lodo hace un largo tiempo.

LAVENDER HAZE: Dibu Martinez Where stories live. Discover now