One shots [Spruan]

Boda

La mano de la pequeña Elisa apretó su dedo, Spreen bajo la mirada para ver qué sucedía.

-Papá... ¿Porque Papi se está casando con ese chico?

Spreen suspiró, sabía que esa pregunta llegaría en algún momento.

-Porque Papi ama a ese chico, corazón.

La niña apretó nuevamente su dedo.

-Pero Papi te amaba a ti, ¿No?

La voz de la niña tembló, Spreen miró a Juan y a Rubí diciendo sus votos, apretó a Ollie más cerca de el.

Tenía claro desde el momento en que empezó a salir con Juan que si volvía Rubí el castaño no dudaría en volver a sentir amor por él, no se sorprendió cuando Juan le había contado llorando que había besado a Rubí y que tal vez ya no podían estar juntos.

-Sí, corazón, pero las personas se pueden dejar de amar.

El oso se agachó con un Ollie casi dormido en su hombro y cargó a Elisa, poniéndola en su otro hombro.

-Papi es feliz con ese chico, mi niña, ¿Recuerdas lo que te dije una vez?

La niña lo miró curiosa.

-Que si Papi es feliz, todos debemos ser feliz con él.

Elisa asintió en silencio volviendo a mirar a su Papi junto al hombre de cabello castaño.

-Pero ¿Y si Papi no es feliz y solo está fingiendo?

Spreen también pensó eso, trató de pensarlo y volver a enamorar a Juan, pero se dió cuenta en como miraba al castaño que todo lo que sentía era real, así que simplemente cumplió su promesa.

"Estaré contigo en tus momentos más felices Juan, estemos o no estemos juntos, Estaré ahí como tu amigo o como tu amado."

Ese recuerdo llegó a su mente después de ver como Juan besaba a Rubí y todos comenzaban a aplaudir.

-Papi es feliz, bonita, y hay que ser felices con él.

Le beso la mejilla a la pelinaranja y la bajó.

-¿Quieres ir donde Papi a recordarle lo mucho que lo quieres? No es necesario que le digas algo al oso.

La niña sonrió al saber que no tenía que decirle nada a Rubí y corrió a donde su papi.

Cuando Juan cargó a Elisa, desvío la mirada a Spreen, el cual al notar que lo estaba mirando asintió en silencio y desvío su mirada a otra parte de la fiesta, notando como el pequeño Ollie comenzaba a despertar.

Lo único bueno de su relación había sido adoptar a esos dos pequeños niños, porque al fin y al cabo Juan nunca lo había amado.

Pero si Juan era feliz con el otro chico, el era feliz con sus hijos.