Deseos

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-Él te dejó una carta.

Esas simples palabras lo hicieron derrumbarse, simplemente tomó la carta en sus manos, viendo como el peliblanco se iba sin decir nada.

La miró unos segundos, leerla en la escuela no era algo que quisiera hacer, simplemente la guardo para leerla después.

[...]

Tomó la carta entre sus manos, sintiendo un vacío en su interior.

No quería leerla, no quería leer como su novio se despedía de él en una carta.

Pero la leyó, rompiéndose en cada oración.

¿Recuerdas la primera carta que te escribí? ¿Esa en la que te dije todo lo que sentía y el miedo que tenía de no ser suficiente para tí?

Quiero que sepas que lo sigo sintiendo, y no quiero que pienses que por irme así como así no te quiero o no me hiciste feliz.

En estos meses me hiciste la persona más feliz del mundo, Juan, pero lamentablemente soy un cobarde que simplemente está tratando de escapar de todo tomando la decisión más cobarde de su vida.

Lo siento por no estar para siempre para tí como te lo prometí la primera vez, pero estaré siempre para tí desde algún otro lugar.

Sé feliz, Juan, logra todos tus objetivos, tú puedes, eres lo suficientemente fuerte como para superar esto.

Sé que te prometí un final feliz en todas las cartas que te mandé, lo siento por no poder cumplirlo conmigo a tu lado.

Pero tendrás tu final feliz tal vez con otra persona, recuérdalo.

Oh, y sigue creyendo que las mariposas cumplen los deseos, por favor, solo no era nuestro momento.

Te amo, bonito <3.

Juan cerró los ojos, apretando la carta entre sus manos.

El recuerdo de su primera salida llegó a su mente.

[...]

-¿Entonces si crees eso de que las mariposas cumplen los deseos?

Midió las manos del oso con las suyas, con una pequeña sonrisa.

-Creo que sí, por lo menos a mí me cumplieron estar con el lindo oso ¿Sabes?

El oso le sonrió, mientras se acercaba a besar su frente.

-A mi me van a cumplir ser feliz con el lindo hechicero que me hechizó la primera vez que lo ví.

Rió mientras abraza al más alto.

-Eres un pendejo.

-Me amas.

[...]

Tal vez las mariposas no siempre cumplian los deseos, un sollozo se escuchó en medio de la noche en la habitación.

Toda la casa parecía en silencio, mientras el corazón del pequeño hechicero se rompía en cada lágrima que derramaba.

One shots [Spruan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora