Lluvia

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Spreen miró por la ventana de la casa con el ceño fruncido.

-Sos un boludo, te dije que vinieras mañana porque hoy iba a llover ¡Y venís con la lluvia y sin paraguas!

Se giró para mirar a Juan, el cual estaba parado en la puerta mirando el suelo, mientras su ropa aún dejaba gotas de agua en el piso.

Negó con la cabeza, mientras se alejaba hacía las escaleras.

Al no escuchar los pasos de Juan siguiéndolo, bufó.

-Vení, tenés que cambiarte.

Escuchó los pasos de Juan apresurados siguiéndolo, una pequeña sonrisa apareció en sus labios.

[...]

Terminó de secarle el cabello con la toalla y lo observó en silencio.

-Sos un pelotudo.

Juan le sonrió.

-Me prometiste que hoy veríamos la última de Spiderman, Spreen- Además debemos estudiar y-

Spreen lo tomó de las mejillas, frunciendo el ceño nuevamente.

-Juan, no me importa que hayas venido, me importa que te vas a resfriar porque sos un boludo que no se preocupó de traer un paraguas y más encima vas a tener que quedarte a dormir.

El puchero que apareció en los labios de Juan lo hizo negar con la cabeza, mientras juntaba sus frentes.

»No dejaré de decirte Boludo.

Se trató de alejar, pero las manos de Juan rodearon su cintura y su cabeza se apoyó en su estómago, una risa nerviosa salió de sus labios.

»¿Qué hacés?

Escuchó a Juan bufar, pasó sus manos por el cabello del castaño, notando como comenzaba a hablar en susurros.

Su voz se notaba nerviosa.

-Realmente lo siento, simplemente quería llegar lo más rápido para verte porque hoy también tenía planeado algo que hace mucho debí hacer y- me había olvidado que iba a llover y-

Mariposas recorrieron su interior, mientras una risa nerviosa salía de sus labios.

Enredó sus dedos en el cabello de Juan, dejando notar sus nervios.

-¿Qué decís, Juan? ¿Que pi-

Las manos de Juan apretaron su cintura, se quedó en silencio al ver que lo alejaba de él.

Se sorprendió al verlo levantarse, miró hacía abajo, juntando sus miradas.

Juan se veía mucho más nervioso que él.

-Yo...

Las manos de Juan se juntaron con las suyas, el bufido de Juan lo hizo sonreír levemente, sus mejillas se tiñeron de un color rojizo al notar a Juan acercarse a él.

-Me gustas, Spreen, quiero que seas mi novio.

Se quedó en silencio unos segundos.

Una risa salió de sus labios.

-Tal vez algo más romántico hubiera estado bien, boludito.

Tomó las mejillas de Juan entre sus manos, para juntar sus labios.

Un "Claro que quiero ser tu novio, pero volvés a venir mientras está lloviendo y te re cago a piñas" fue dicho entre el beso, haciendo reír a Juan.

[...]

Estaba claro que iba a disfrutar la película solo, pero podría decir que esa noche la disfrutó más por estar junto a su nuevo novio.

Y más cuando al terminar la película recibio un beso en la mejilla junto a un "Te quiero" susurrado, seguido de unos pequeños ronquidos.

One shots [Spruan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora