Flores

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Juan miraba las flores azules y blancas que tenía alrededor de él, después miraba a Spreen el cual estaba leyendo.

-¿Que color te gusta más?

Spreen levantó la vista, miró las flores y después al castaño.

-¿De estos? El blanco, pero el azul también es bonito.

Volvió su mirada al libro, el hechicero suspiró.

-¿Y tu color favorito?

El oso sonrió.

-Mi color favorito es el negro, Juan.

El hechicero asintió en silencio, aún mirando sus flores.

-¿Sucede algo?

El oso levantó la mirada al ver al hechicero tan callado, el castaño lo miró y le sonrió.

-Nono, todo está bien.

El pelinegro asintió, después le hizo señas para que se sentara a su lado.

-Vení, dame un beso y dejame leerte.

El hechicero asintió con una sonrisa, al levantarse recogió las flores con cuidado.

Se sentó al lado de Spreen, después de un momento le dió un beso en la mejilla y dejó que el oso le leyera, en silencio.

[...]

-¿Dónde estás, amor?

Juan le hizo señas a la señora de la tienda, ella lo miraba confundida.

-Comprando unas cosas, corazón, iré a tu casa en un rato.

Escuchó al oso bufar.

-¿No querés que vaya donde estás para ayudarte en algo?

Una sonrisa boba apareció en los labios de Juan.

-No, Corazón, así estoy bien…

Escuchó a Spreen bufar nuevamente, una risa salió de sus labios.

-Está bien, bonito… pero ¿Me avisás cuando llegues a tu casa?

[...]

Spreen miró la nota que estaba en su puerta, no se esperaba eso al salir por el mensaje de "Mira tu puertaaa sprinn" que le había mandado su novio.

Tomó la nota y la leyó en silencio.

Ositoooo, ven al parque te tengo una sorpresa jiji.

Te amooo apura q me aburro>:(.

Una sonrisa apareció en sus labios, mientras negaba con la cabeza.

Simplemente cerró la puerta para salir hacía el parque, esperaba que el regalo fuera algo para comer porque se moría de hambre.

[...]

-¡Mi amoor!

Una sonrisa apareció en los labios del oso al ser recibido por un Juan corriendo hacía él para besarle toda la cara al tenerlo cerca.

-¿Qué sorpresa me tenés, bonito?

El más pequeño le tomó de la mano, mientras lo comenzaba a arrastrar.

-Ya verás.

Se dejó guíar, con una sonrisa.

[...]

No se esperaba un pequeño picnic con libros para leer mientras comían.

-¡Y mira!

El oso miró al más pequeño correr hacía la pequeña cesta que estaba en suelo, mariposas recorrieron su estómago al verlo sacar una corona de flores negras y blancas.

El hechicero se acercó al más alto con una sonrisa nerviosa, estirando la corona hacía él.

-Para tú…

Al ver a Spreen mirar la corona en silencio, sintió ganas de vomitar, bajó la mirada.

-Si no te gusta- yo puedo- mm…

-Eres tan lindo.

Levantó la mirada, sus mejillas se cubrieron de un tono rojizo.

-¿Entonces te gusta?

Sonrió al ver al oso tomar la corona y ponérsela en el cabello.

-Claro que me gusta, y vos también, sos un boludo ¿De donde mierda sacaste flores negras?

Juan sonrió más.

-Bue, fuí a una funeraria.

Una risa salió de los labios del oso, mientras se acercaba a envolver al más bajo en sus brazos y besaba su cabeza.

-Es un montón.

Al decir eso, simplemente tiró a Juan al piso, para ganarse a su lado.

-Dale wacho, vamos a comer, muero de hambre.

-Oso hambriento.

-Silencio si no querés que te coma a vos.

-Bue-

-¡Silenció, a comer!

Juan rió mientras tomaba una fresa y se la daba al oso.

Al final la tarde había terminado en un oso con una corona de flores y un hechicero durmiendo en sus piernas.

(al final tal vez Spreen tuvo que cargar al más bajo hasta su casa)

One shots [Spruan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora