Brillo

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Miró los ojos del más bajo, un brillo que gritaba "Lo siento" se presentaba en ellos.

Sabía que lo que le diría, dolería.

-Me besé con él, Spreen.

Lo vió desvíar la mirada, quería decirle que no le importaba, que lo amaba aún así, que ese hechizo de amor seguía intacto.

Lamentablemente no quería que se sintiera peor.

Se pasó las manos por el pelo, una mueca apareció en sus labios.

-Está bien.

Una risa salió de sus labios, revolviendo el cabello de su novio.

»Está bien, bonito, no pasa nada.

Vió como el contrario tomaba sus manos.

Él no quería escuchar lo siguiente.

-Creo que deberíamos terminar, Spreen.

Una punzada en su pecho fue suficiente para hacerlo soltar otra risa, Juan lo miraba triste.

-Bien, lo entiendo, sí, lo entiendo.

El más bajo apretó sus manos, ladeando la cabeza en signo de preocupación.

-¿Estás bien?

Asintió con la cabeza, apretando sus labios.

»Bien… Quiero que tengas claro que esto es por mí… no por tí ¿Sí?

Volvió a asentir, en silencio.

Juan hizo una mueca, se acercó y le beso la mejilla.

»Me tengo que ir, sé feliz ¿Sí?

Otra punzada en su pecho, un dolor que poco a poco formaba un hueco en su interior.

Asintió.

»Te quiero, Spreen, gracias por entenderme.

Lo vió sonreírle levemente, mientras salía de la casa.

Miró el suelo en silencio, sintió sus mejillas húmedas unos minutos después.

[...]

Levantó la vista de su vaso.

Se lamentó rápidamente al visualizar al castaño con su ahora novio.

Nuevamente el dolor que no sentía hace una semana volvió a su interior, una sonrisa falsa se posó en sus labios, desviando su mirada al trago que tenía entre sus manos.

El brillo en los ojos de Juan lo hizo darse cuenta que era feliz con él.

No era el mismo brillo que tenía cuando le comentó todo, aún así no dolía menos.

No olvidaba el brillo en los ojos del castaño cuando le había dicho por primera vez "Te amo", eran muy parecidos, a decir verdad.

Lamentablemente ese nuevo brillo que contenían sus ojos no eran dedicados a él ni a sus palabras.

Ahí se dió cuenta que el mismo brillo que lo había ayudado a darse cuenta de cuánto amaba al castaño, era el mismo que le ayudó a darse cuenta que él ya no lo amaba.

One shots [Spruan]Where stories live. Discover now