Destino

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-No te miento, tenía las esperanzas de que pasáramos nuestro último San Valentín juntos.

Una risa sin ánimos salió de sus labios mientras miraba las rosas que tenía en sus manos.

-Tenía- Tenía ganas de que olvidarás todo lo que sucedía en nuestro día a día y simplemente la pasáramos bien, juntos.

Apretó un poco las flores y luego miró la tierra.

-Pero a veces el destino es una mierda ¿No?

Soltó un suspiro entre cortado, cerró los ojos un momento.

-Estaba hace una semana planeando todo lo que podríamos hacer este día, quería regalarte un cerdo ¿Sabes?

Apretó nuevamente las flores, lágrimas se resbalaban por sus mejillas.

-Quería recordarte lo mucho que te amaba- que te amo, que jamás me iba a ir y que iba a estar contigo hasta en tus últimos momentos.

Un sollozo salió de sus labios, se pasó la mano por la cara.

-Quería quitarte todas las inseguridades que surgieron en tí desde hace meses, pero no pude.

Las flores nuevamente fueron apretadas, pero sorpresivamente aún seguían igual de hermosas como el día en que las compró.

-Llegué tarde, como siempre, simplemente no pude hacer nada, ni estar ahí para tí.

Abrió los ojos y miró nuevamente la tierra que estaba en sus pies.

-Yo sabía que esto sucedería, lo hablamos muchas veces... Pero- Es difícil, ¿Sabes? Simplemente- ahora no estás aquí- y-

Un sollozo salió nuevamente de sus labios, sentía que en cualquier momento podría caer de rodillas y morir ahí mismo.

-Solamente- espero que supieras que te amo muchísimo y- y espero nos volvamos a ver en otra vida, donde por fin podamos pasar nuestro último San Valentín juntos.

Se arrodilló, aún caían lágrimas de sus mejillas pero poco le importaba.

Al estar arrodillado miró las flores en sus manos y las beso, poniéndolas en la tierra de sus pies.

-Feliz San Valentín, bonito, recuerda que te amo.

Un suspiro salió de sus labios, sintió un frío viento recorrer su espalda.

-Yo también te amo.

Sabía que eso no había sido su imaginación, simplemente se sentó en el suelo y se quedó mirando la lápida que tenía el nombre de su novio.

Cuando sintió nuevamente el frío viento, apoyó su cabeza en sus piernas, llorando en silencio.

One shots [Spruan]Where stories live. Discover now