Capítulo 2

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<< Starlight de Taylor Swift >> 

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Capítulo 2

Ryo

Posteriormente a escuchar esas dos frases despego las palmas de mis manos de la puerta, retrocediendo varios pasos.

Me cubro el rubor de mi cara creado por aquella respuesta.

No sé si tomármelo en serio o no.

Es cierto que se me habían confesado varias veces, la mayor parte a través de cartas —en el caso de secundaria—. En otras, solo me decían lo que sentían respecto a mí y después salían corriendo, para no escuchar la respuesta.

El problema es... que la misma chica que me había dicho de todo ahora me está haciendo esta solicitud.

Cualquier persona se pone tensa en este tipo de situaciones. Y ahí está ella, tan tranquila, sin temblar, observándome con esa mirada del color de las piritas.

«¿He escuchado bien?»

«¿Me ha pedido que sea su novio?»

Tiene que ser broma.

Es imposible. Hace unos minutos me estaba tirando los trastos a la cabeza y de repente suelta esa bomba, qué digo, granada.

Necesito tiempo para procesarlo.

Además, lo normal es primero presentarse, conocerse mejor, y que de ahí surja el amor, ¿no?

¿Qué necesitas tiempo para procesarlo? Si en Oflyae casi se te sale el corazón por la boca al verla. 

Genial. Ahora mi conciencia quiere sermonearme. 

Deja de mentirte a ti mismo. Te ha llamado la atención en cuanto la has visto.

—No te preocupes. —Añade, soltando un leve suspiro—. No será por mucho tiempo, solo temporal.

«¿Perdón?» «¿Qué será temporal?»

—Sería solo fingir. —Yo la continuo mirando, ella por el contrario desvía la mirada. Supongo que ha empezado a avergonzarse—. Si realmente quieres que te perdone por lo de hoy, acepta esta petición.

¿Así que se trata de eso?

De ganarme su perdón a través de esta solicitud.

—Será mejor que salgamos de aquí, en breves cerrarán la universidad, además, debo cerrar las piscinas y dejar las llaves en la recepción. —Veo que vuelve a recoger sus cosas y abre la puerta de los vestuarios como si nada—. No tienes que responderme ahora, puedes hacerlo a lo largo de esta semana.

Sale, dejándome con la boca abierta en aquel lugar.

La sigo, en silencio, para no quedarme encerrado.

HASTA QUE FINALICE LA PRIMAVERA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora