•Ella capitana de natación.
•Él jugador de voleibol de la universidad rival.
•Un pacto entre rivales con fecha de caducidad.
•¿Qué podría salir mal?
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Fecha de inicio (escribir) : 07/01/2023
Fec...
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✵Capítulo 24✵
Autumn
Pasado de Autumn (Segunda parte)
Dada aquella advertencia, sabía que debía prepararme para todo lo que se avecinaba. Porque la chica que, había hecho un infierno estos primeros meses la vida escolar a Maple me había fijado como su nuevo objetivo.
Sin embargo, cuando pensé que la peor de mis pesadillas iba a comenzar, nada ocurrió. Noviembre terminó y diciembre pasó de manera tranquila. Seguía mis días de estudiante de secundaria igual que el primer y segundo curso, con toda la tranquilidad del mundo. En harmonía con el resto de alumnos y estando bien con mis amigas. Gradualmente, Maple recobraba sus alegres colores, aquellos con los que la primera vez me había cautivado, y me habían impulsado a ser su amiga —todo ello gracias a que fue a ver a un especialista— sufrió acoso escolar durante varios meses, lo raro sería que no hubiese pedido ayuda a alguien. puesto que no se lo había comunicado a nadie —ni a sus seres más cercanos— Me alegraba que poco a poco fuese recuperando esa sonrisa que le habían apagado.
En las vacaciones de Navidad, cada una de nosotras nos reuníamos con la familia, pero siempre nos guardábamos un día festejarlo de manera conjunta con Elise y otras compañeras de clase. De igual modo, también buscaba un hueco para ver a mis compañeras de natación. Llevo nadando desde los tres años, sin embargo, no fue hasta los diez años que me interesó realmente —a nivel de competición— En aquel tiempo no era la capitana de natación, ni siquiera tenía el puesto de vicecapitán, a pesar de eso, las alumnas más mayores me decían que en el futuro sería una gran líder si seguía esforzándome tanto.
***
Toda esa alegría fue borrada al llegar enero. La primera semana de clase, tras la vuelta de las vacaciones, teníamos también los globales de muchas asignaturas. Esas notas iban a contar para la segunda evaluación.
Empero, la cosa se complicó al terminar exámenes. Un día, regresando del recreo, me encontré la mochila con las asas rotas, como si hubiesen sido cortadas con un cúter o tijeras. Y no solo eso, algunas de mis libretas y cuadernos estaban cubiertos de batido de fresa.
Sí, ella había cumplido su palabra. No me iba a librar tan fácilmente.
Ningún alumno de clase había llegado todavía, éramos las primeras.
—Te acuerdas de las palabras que me dijiste en noviembre, ¿verdad? —La voz de esa chica consiguió sacarme de mis pensamientos, redirigí la mirada a la puerta de la sala—. En realidad, la escoria eres tú. Pensaba que eras igual que yo, pero estoy por encima de ti, y siempre lo estaré
