•Ella capitana de natación.
•Él jugador de voleibol de la universidad rival.
•Un pacto entre rivales con fecha de caducidad.
•¿Qué podría salir mal?
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Fecha de inicio (escribir) : 07/01/2023
Fec...
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✵Capítulo 39✵
Autumn
El dolor que experimenté tras aquella fatídica cena en el restaurante fue abrumador y desgarrador. Ryo mostró valentía al poner fin a nuestra relación falsa y expresar sus verdaderos sentimientos hacia mí. Sin embargo, la señora Eklund me había amenazado con consecuencias devastadoras si continuábamos juntos.
Primero, ella insinuó que podría perder mi puesto en la representación universitaria de mi equipo de natación, algo por lo que había trabajado arduamente y que significaba mucho para mí. Pero algo que me atormentaba más era la amenaza dirigida a Ryo: ella prometió hacer todo lo posible para sabotear su participación en el torneo nacional y si eso ocurría, la consecuencia era aún peor. Ya que perdería su oportunidad para ser seleccionado para jugar en el mundial, su sueño más anhelado.
La noche de la cena, al mencionar la palabra mundial, a pesar de que él no me había puesto al corriente, pude ver el brillo en sus ojos, revelando cuánto significaba para él ese torneo y su ambición de destacar en ese escenario. La idea de ser responsable de arruinar sus sueños me llenaba de angustia y culpa.
Sin embargo, el golpe más doloroso fue la primera amenaza, la que me hizo por mensajes de texto, la de dejar a mi padre sin trabajo. Lo que significaría que mi familia se quedaría sin sustento. Sentir la responsabilidad de mi bienestar y el de mi familia sobre mis hombros era una carga abrumadora.
Ante esos tres chantajes de la señora Eklund y la insistencia de mi tía Dione tras enterarse de la situación, me vi obligada a seguir un meticuloso plan. Aunque sabía que mi decisión causaría un daño irreparable a Ryo, romper su corazón durante aquella cena, cuando me estaba mostrando su amor genuino, pensé que sería una actuación más creíble para la madre de Xari.
Reconozco que mi conducta fue terrible y que podría haber manejado la situación de manera diferente. Pero en ese momento, mi único deseo era proteger a las personas que me importaban, sin que nadie más sufriera, como había sucedido con Maple en secundaria. La ansiedad y la desesperación me consumían al saber que todo estaba en juego.
***
Llegamos a Estocolmo hace una semana. Ha pasado poco tiempo, y la tristeza sigue apoderándose de mí de manera implacable. Extraño desesperadamente la compañía de Ryo. Ver sus entrenamientos de voleibol, junto con Maple y Elise. O que, él viniese a buscarme a mi escenario acuático. Echo de menos nuestras charlas profundas, nuestras risas compartidas. Incluso nuestras preferencias musicales, que solían unirnos, se habían vuelto una fuente de melancolía. Y sí, también extraño esos momentos íntimos que hemos compartido, los besos que nos hacían sentirnos más cerca el uno del otro, las bromas tontas que solo nosotros entendíamos. La forma en que su mirada me hace sentir especial y amada, la forma en que sus labios se encontraban con los míos en un gesto de cariño.
