•Ella capitana de natación.
•Él jugador de voleibol de la universidad rival.
•Un pacto entre rivales con fecha de caducidad.
•¿Qué podría salir mal?
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Fecha de inicio (escribir) : 07/01/2023
Fec...
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Vale, a ver, alguno ya me habéis escrito por privado y en otros casos lo he visto en los comentarios. Es cierto que el inicio de la trama de Ryo y Linus se parecen a personajes de Haikyuu, pero a medida que avance la trama iréis viendo que no tienen nada que ver. ¿Me inspiré en ese anime para mi historia? Sí, porque también amo el voleibol y pensé y por qué no escribir una novela donde salga este deporte.Puestoque no conozco casi niguna.
Así que dejad ya las comparaciones tipo: Este personaje es tal... Este otro es igual a...
Porque os aseguro que no tienen nada que ver unos con otros.
¡Eso es todo! Si lo habéis entendido muchas gracias :)
<< This is me trying de Taylor Swift >>
✵Capítulo 7✵
Autumn
Debo de haber oído mal.
No acaba de decir que él es el capitán. ¿Verdad?
Eso es, seguro que no lo he escuchado bien.
Es posible que solo se trate de una distorsión de palabras creada por mi imaginación.
—Conque, Ryo O'Kane. —Repito, elevando las cejas. Dándome cuenta de como suena su nombre en alto.
—Capitán del equipo masculino de voleibol de esta universidad —reitera, sin soltarme la mano.
—Que buen chiste.
Viendo que él no borra la sonrisa de su cara, trago fuerte. Un nudo se forma en mi garganta. Mal asunto.
Mierda. Mierda. Mierda. Que no ha sido mi imaginación.
Que él sí que es el capitán.
«Joder.»
Con lo bocazas que fui cuando lo conocí.
Tierra trágame, y escúpeme en el día que elegí universidad. Por favor, te lo pido.
—Por tu expresión, debe de haber sido todo una sorpresa para ti. —Eureka. ¿Y cómo no iba a serlo? Si a la hora de hablar del capitán lo hacía en tercera persona. Era imposible adivinar que se trataba de él. Y Maple tampoco me había puesto al tanto—. No tendré en cuenta tus duras palabras ya que ambos somos capitanes.
«La diferencia es que yo no me tiro tantas flores. A diferencia de otro.»
—Lo que me parece más raro es que te alabes a ti mismo. —Consigo decir en alto lo que pienso y le suelto la mano.
—No creo que sea malo alabarse a uno mismo.
—No es malo tener autoestima, ni mucho menos... —respondo alejándome un poco de él—. Lo que no es necesario es ser arrogante.
