Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)

Capítulo 75

Al sufrir heridas de gravedad, Jocelyn fue ingresada al hospital de inmediato.

Por su parte, Luke se lo comentó a su hija, sin dar más detalles al respecto.

Cuando Charis bajó las escaleras, vio a su padre en el comedor, cenando solo. Era raro que él llegara a casa tan temprano, por lo que ella le preguntó sorprendida: "¿Qué sucede? ¿Por qué no saliste hoy con tu novia?".

"Jocelyn está hospitalizada", respondió Luke, en tono indiferente.

"¡Dios mío! ¿Qué le sucedió? ¿Y tú por qué sigues aquí? ¿No se supone que deberías estar acompañándola?", Charis preguntó con curiosidad.

"Le pregunté qué le había pasado pero no me quiso decir. Si estás libre ahora, ¿por qué no vas a visitarla?", con eso, Luke se limpió la boca y se levantó de la mesa, pues no tenía tiempo para preocuparse por asuntos tan triviales. Jocelyn era un mero juguete para él, y si bien no había perdido el interés en ella, tampoco significaba que le importara.

Ante su frialdad, Charis sonrió pero no dijo nada. Al parecer, todos los miembros de la familia Turner compartían una característica en común: ellos nunca se preocupaban por los sentimientos de los demás.

Después de sacar su teléfono, Charis le marcó a Jocelyn y finalmente se enteró de lo que había pasado.

Esta mujer era más tonta de lo que pensaba. ¡Había ideado un estúpido plan que terminó arruinándole la vida!

A la vez, Charis también estaba un poco sorprendida, ya que no esperaba que Jocelyn odiara tanto a Janet como para contratar a gente para violarla.

Y a pesar de que ella detestaba a quienes les hacían daño a los demás, necesitaba una persona rencorosa como Jocelyn para llevar a cabo sus planes.

Charis se consideraba a sí misma como inocente. Ella simplemente había provocado problemas para separar a Janet de Brandon, pero Jocelyn era la que tomaba acción. Janet solo podía culpar a ella misma por haber ofendido a Jacelyn.

Molesta, Charis suspiró profundamente al haber perdido una pieza tan valiosa en su juego como lo era Jocelyn. Ella no estaría tan enojada si al menos la mujer hubiera logrado algo, por mínimo que fuera, pero por el contrario, incluso había salido perdiendo. Y lo más importante, Janet seguía viviendo feliz y sin preocupaciones.

'Dios, ¿acaso existe alguien más imbécil que ella? ¡No puedo creer que a mi padre le guste una mujer tan tonta!'. Después de mucho pensar, Charis llegó a la conclusión de que Jocelyn y su madre aún podrían serle de utilidad. Al final de cuentas, Jocelyn era fácil de controlar y tanto su madre como ella detestaban a Janet. Por lo tanto, unir sus fuerzas con ellas le permitiría cumplir sus objetivos más rápidamente.

Una verdadera mujer de negocios aprovecharía al máximo todas las oportunidades y Charis no podía ser la excepción.

Una vez que se cambió de ropa, ella compró una canasta de frutas y fue al hospital a ver a Jocelyn.

"Papá también está muy preocupado por ti, por eso me pidió que viniera a ver cómo estabas", habiendo dicho esto, Charis dejó la cesta sobre el buró y examinó discretamente el rostro de Jocelyn, quien lucía débil y terriblemente demacrada. Mientras que sus piernas y brazos estaban envueltos con vendas, su cuello estaba repleto de chupetones y mordidas.

"¿Cómo pudo Janet ser tan cruel para dejar que te torturaran de esta manera?", susurró ella, poniendo una cara afligida.

Nuevamente, Jocelyn estalló en un llanto amargo: "¿Tu papá sabe lo que me pasó?".

"¡Por supuesto que no! Eso arruinaría tu reputación", Charis respondió en voz baja mientras se sentaba en la orilla de la cama.

"No sabes lo atroz y despiadada que es mi hermana adoptiva. ¡Quiero matar a esa perra con mis propias manos!", Jocelyn exclamó con los ojos inyectados en sangre.