Capítulo 184

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Desde ese entonces, Tasha había estado profundamente deprimida.

Por otro lado, Seth había hecho ciertos arreglos para que varios doctores y nutricionistas se fueran a vivir con ella a la casa. Ellos eran responsables de su dieta y de la salud del bebé que estaba esperando.

Salvo por el divorcio y por la aventura con esa mujer, podía decirse que él era un marido considerado, pero rara vez iba a su casa.

Un día, Tasha estaba viendo las noticias de chismes en la televisión y, muy juntitos en la gran pantalla, aparecieron los rostros de Seth y Julia. El hombre lucía tranquilo y elegante, mientras que la mujer se veía hermosa y encantadora. Realmente, parecían una pareja perfecta.

"Señora Lester, ¿por qué está viendo eso?", le preguntó la criada tan pronto se dio cuenta de lo que Tasha estaba viendo, por lo que le quitó el control remoto y apagó el televisor. "Son noticias falsas. No se lo tome a pecho, señora", agregó la mujer.

Tasha sonrió con ironía, inconscientemente se tocó el vientre y murmuró: "Ahora, él se atreve a salir con su amante abiertamente. Ya son como una pareja de verdad".

Tasha había visto varias noticias que afirmaban que el hijo mayor de la familia Lester tenía una nueva novia y que estaba a punto de divorciarse de su esposa.

A la criada le preocupaba que las malas noticias empeoraran el estado de ánimo de la mujer y, en consecuencia, eso afectara a su bebé, así que trató de consolarla con una sonrisa: "Pero usted es la única 'señora Lester'. Solo ignore a esa mujer. Ahora, su salud debe ser su prioridad".

Al escuchar eso, Tasha sonrió con amargura y le dijo: "Pero ya no seré la 'señora Lester' por mucho tiempo más".

Ella había estado completamente desolada desde que Seth le había dado la noticia. Además, la mujer sabía que era imposible hacerlo cambiar de opinión, ya que era un psicópata sin alma ni corazón.

Él no la amaba. De hecho, el hombre ni siquiera la trataba como un ser humano, pues solo la veía como una máquina que le daría a su hijo.

En cuanto al bebé, Tasha no tenía la intención de quedarse con él, pues pensaba que nacería en una familia tan rota que estaba destinado a ser infeliz.

Sin embargo, ella llevaba muchos días reflexionando sobre eso y todavía no podía decidirse a abortarlo.

Era su primer hijo y, aunque solo tenía unas cuantas semanas de embarazo, lo amaba mucho. Además, Seth nunca le permitiría abortar.

La criada suspiró y le dijo: "¿Qué pasa con el bebé, señora? Tiene que ser fuerte por él".

"Puedo criarlo yo sola", le respondió ella con determinación. Aunque la mujer finalmente decidiera tenerlo, nunca se lo entregaría a Seth.

Ya que él no la amaba y, ciertamente, tampoco amaría al bebé. Era dolorosamente obvio que él solo quería al niño para continuar con el apellido de la familia.

Con un padre indiferente e incapaz de amar y una madrastra destruidora de hogares, Tasha no pudo evitar estremecerse al pensar en la clase de vida que tendría su bebé si creciera en una familia así.

Con los ojos muy abiertos por la preocupación, la criada murmuró: "No, el señor Lester nunca se lo permitirá. Además, ¿cómo podría criar al bebé usted sola? ¿Acaso piensa regresar a la casa de sus padres?".

Tasha sonrió, pues ya lo había pensado.

"Por favor, llama a Seth y dile que regrese. Indícale que necesito hablar con él sobre el bebé", le ordenó ella.

Cuando Seth recibió la llamada de la criada, se mostró reacio a regresar a la casa, pero cuando escuchó que Tasha quería hablar sobre el bebé, se fue rápidamente a Sugden tan pronto terminó de trabajar.

Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora