Capítulo 92

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La fiesta se celebró en un elegante restaurante francés.

"Lind, ¿te gustaría tomar una copa conmigo?". En ese momento, Tiffany jugaba con una copa en su mano, balanceándola hacia Janet. De repente, hizo una pausa para observar a la multitud antes de volver a mirar a esta última.

Entonces, con sinceridad, dijo: "Estoy segura de que debe haber sido difícil para ti mostrar tu gran talento bajo toda esa presión. Pero sé la clase de persona que eres, eso es todo lo que quiero decirte. Después de todo, cada persona tiene un punto de vista diferente. Ahora mismo, solo quiero beber esta copa de vino contigo".

Al oír el comentario de Tiffany, todos los empleados de la empresa se quedaron callados.

De repente, en medio del ambiente silencioso, alguien se levantó y bromeó: "En realidad, no creíamos que Lind fuera muy capaz. Parece bastante mansa. ¡Pero ahora nos sorprende que sea tan increíble! Quizá deberíamos intentar llevarnos mejor después de esta copa".

'Esta puede ser una forma de desmentir los rumores que estaban circulando sobre mí', pensó Janet.

Con eso, tomó un sorbo de vino y sonrió a Tiffany. Luego, manteniendo su sonrisa reservada, dijo: "Gracias a todos. Lo aprecio mucho".

Ahora que Janet había aclarado las cosas, estaba encantada.

Cuando la fiesta se acercaba a su fin, recibió dos mensajes: uno del banco y otro de Brandon. Decía que le había dado una bonificación.

Era una gran suma de dinero.

Esta vez, Janet lo aceptó sin ningún reparo. A fin de cuentas, había dedicado mucho tiempo y energía a la Semana de la Moda de Seacisco, y había hecho una gran contribución al evento. Además, como no era más que una mujer normal y corriente que carecía de dinero, Janet aceptó la bonificación con gratitud. Tras eso, le envió a Brandon unas palabras para expresar lo agradecida que estaba.

Ahora bien, la fiesta no duró mucho. Como la mayoría de los empleados estaban casados, tenían que volver con sus familias y ocuparse de ellas.

De ese modo, sobre las ocho de la noche, los compañeros de Janet la enviaron a casa.

Incapaz de contener su emoción, ella empezó a tararear una canción mientras se cambiaba los zapatos al llegar.

"Te ves muy contenta. ¿Qué pasa?". Cuando Ethan oyó que se abría la puerta, salió a echar un vistazo.

Justo en ese momento, él llevaba en la mano la ropa que acababa de sacar de la secadora. Sus hombros anchos, su cintura estrecha y la sencilla camiseta blanca que llevaba lo hacían parecer aún más musculoso.

Por su parte, los ojos de Janet brillaban mientras se dirigía al sofá para sentarse. Tenía una mirada de satisfacción y alivio. "Había un proyecto en la empresa en el que había estado trabajando. Como ya se completó, ¡me dieron una bonificación extra!".

Ella no le contó a Ethan todos los detalles del proyecto, pues supuso que él no sabía mucho de desfiles de moda. Al fin y al cabo, los hombres no solían prestar atención a esas cosas.

Tras escucharla, Ethan asintió con la cabeza. Luego, se sentó en el sofá con un montón de ropa en los brazos y la dobló con esmero.

Fue entonces cuando Janet se dio cuenta de que su ropa interior estaba entre lo que él estaba doblando. De alguna manera, sus brasieres y bragas parecían mucho más pequeños en las manos de él.

"¡Puedo doblarlos yo misma!", exclamó Janet. Rápidamente le quitó su ropa interior, sonrojada.

Sin embargo, a Ethan no le pareció gran cosa, ya que lo había hecho muchas veces. En cambio, se rio y le pellizcó la mejilla sonrojada. "Somos una pareja. ¿Por qué eres tan tímida al respecto?".

Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora