Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)

Capítulo 102

Después de un momento de silencio, Charis dijo en voz baja: "Entiendo".

Ella tenía mucha dignidad, así que antes de que Ethan pudiera decir algo más, se dio la vuelta y salió de su oficina.

Tan pronto como la puerta se cerró detrás de ella, las lágrimas abandonaron sus ojos.

Desde que se conocieron, Brandon nunca le había dicho palabras tan duras ni la había mirado con ojos tan fríos como lo acababa de hacer.

En años, ella no había llorado. De hecho, la última vez fue cuando se despidió de Brandon antes de irse al extranjero porque estaba reacia a dejarlo. No obstante, ahora se sentía mal por la actitud de él hacia ella.

Ellos habían estado trabajado juntos durante años, y habían compartido los altibajos de la empresa. Pero de repente, ahora él fue despiadado con ella por culpa de Janet.

Entre lágrimas, se dio cuenta de lo importante que era esa mujer para Brandon.

"Yo conocí a Brandon primero", murmuró con los dientes apretados.

A Charis no le gustaba mostrar su astucia, pero la razón por la que ella había intentado despedir a Janet era para ganarse el corazón de Brandon.

A sus ojos, esa mujercita no era lo suficientemente buena para él. Sin embargo, ahora que él le había tomado mucho aprecio a Janet, Charis pensó que tarde o temprano él se enamoraría de esa recién llegada, y que eventualmente ella lo perdería para siempre.

Teniendo eso en cuenta, estaba más decidida que nunca a separar a esos dos, pero no podía actuar tan abiertamente como antes.

Brandon acababa de advertirle que nunca más interfiriera con el trabajo de Janet, de modo que ella tenía que tener más cuidado ahora.

Por otro lado...

Después de salir del trabajo, Janet se fue a casa y descubrió que Ethan había llegado temprano.

"¡Oh, el adicto al trabajo volvió! ¡Me sorprende que todavía recuerdes que tienes una casa!", dijo ella con todo el sarcasmo que pudo. Mirando al hombre que preparaba algo en la cocina, ella no estaba feliz. Después de todo, no lo había visto en dos o tres días.

De hecho, él había estado ocupado lidiando con el tema del plagio todo ese tiempo, pero no podía decirle esto. Mientras rompía los huevos en un tazón, encontró una excusa. "Cuando me crucé en el camino de Ritchie, me causó muchos problemas. El gerente de la tienda me despidió, así que he estado trabajando a tiempo parcial los últimos días mientras buscaba algo más estable".

Luego de una pausa, dijo sinceramente: "Lamento no haber estado aquí para ti estos días".

De hecho, había algo de verdad en su historia, pues Ritchie sí le había causado muchos problemas.

Al escuchar eso, el corazón de Janet se suavizó de inmediato, y ella se acercó para ayudarlo con las verduras. "¿Y qué pasó? No me dijiste la verdad. Me preocupaba que te pasara algo malo".

"Ya el problema fue resuelto, no te preocupes", dijo él con una sonrisa tranquilizadora. Eso también era cierto. Ethan realmente había resuelto lo que los había estado atormentando en los últimos días.

"Tu hermano es realmente difícil de tratar", comentó ella con un puchero como una niña.

Después de transferir el huevo a la sartén, Ethan se giró y sus ojos se posaron en el cuello de Janet, y su manzana de Adán se balanceó arriba y abajo mientras tragaba grueso. "¿Qué tal si cenamos y luego hacemos un poco de ejercicio para relajarnos?".

"¿Qué tipo de ejercicio?", preguntó ella con curiosidad, y casi de inmediato vio la lujuria en sus ojos.

El rostro de ese hombre era demasiado hermoso, Era como si Dios lo hubiera cincelado a la perfección. Llenos de ardiente deseo, los ojos de Ethan se clavaron profundamente en los de ella, haciéndola ponerse tan roja como un tomate. Rápidamente ella bajó la cabeza y dijo con timidez: "¡Eres un pícaro!". Y se limitó a concentrarse en picar las verduras.