Capítulo 145

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Janet seguía emocionada cuando llegó a casa, y se acostó en la cama dándole vueltas a la tarjeta de Draco en sus manos cuando visualizó el rostro enojado de Ethan en la mente.

De repente, cayó en la cuenta de que había estado demasiado ocupada para hablar con su querido esposo por videollamada esos días, por lo que decidió ponerle remedio de inmediato.

Tan pronto como se conectó la videollamada, el rostro ceñudo de Ethan apareció en su pantalla. "¿Por fin te acuerdas de tu esposo abandonado en Seacisco?", se quejó como saludo.

"Lo siento mucho, cariño", se disculpó inmediatamente Janet. "Mi mamá me ha estado llevando a fiestas y presentándome a gente de la alta sociedad local. Me agota tanto que me desmayo en cuanto llego a casa".

Ethan resopló y puso los ojos en blanco. "No te preocupan mis sentimientos, ¿verdad? Seguro que ni piensas en mí en todo el día".

Daba la impresión de que se estaba convirtiendo en un esposo muy pegajoso y necesitado.

Janet no tuvo más remedio que engatusarlo con palabras dulces durante varios minutos, hasta que notó que las comisuras de sus labios se relajaban.

"Por cierto, tengo buenas noticias".

Le habló sobre la oferta de trabajo de Draco.

Y así de fácil, el rostro de Ethan se ensombreció de nuevo con un gesto mucho más enojado que antes.

"¿De verdad... piensas trabajar para él?". Apretó los dientes para intentar contener sus celos.

Sus padres se la llevaron sin tener en cuenta su opinión, lo cual aún lo enfurecía.

Además, conocía muy bien la figura de Draco, quien, además de ser un ícono en la industria de la moda, era un hombre de rostro atractivo a juzgar por las fotos, pero algo afeminado en opinión de Ethan.

Si bien trabajar en su estudio obraría maravillas en la carrera de Janet, a su afligido esposo no le haría ningún bien.

"El señor Wesley es un genio de la moda, y espero aprender mucho de él". La voz de Janet se había volvió más baja ante el descontento de Ethan.

Al final, él solo cerró los ojos y respiró hondo. "No me interpondré entre tus sueños y tú, pero... Es que acabamos de casarnos y ya estás haciendo planes para vivir lejos de mí. ¿Cuánto tiempo vas a dejar solo a tu esposo?".

Janet le dedicó una tensa sonrisa de disculpa. "Por el momento, parece que tendré que quedarme en Barnes, así que, ¿por qué no vienes, cariño?".

*******

Y así, Ethan dejó todo su trabajo y tomó un vuelo directo a Barnes.

Anhelaba tanto a su esposa que apenas podía conservar la cordura; estaba hambriento de ella, tanto física como emocionalmente, y temía que si seguían separados por más tiempo, alguien se la arrebataría.

A la mañana siguiente, Janet se despertó con una llamada de Ethan.

"Estoy en la puerta".

"Son las seis de la mañana", bostezó Janet. "Llegas demasiado temprano, cariño". Se estiró, cambió de ropa y corrió a abrir la puerta.

Ethan se congeló en el sitio cuando sus ojos finalmente se encontraron, pues había extrañado esa mirada brillante y amorosa día y noche.

Janet volvió a bostezar y se pasó una mano por la cara muerta de sueño. "Todavía está oscuro fuera", murmuró, golpeando su pecho juguetonamente. "¿Qué haces por aquí a estas horas?".

Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora