Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)

Capítulo 126

Un día atrás.

Cuando Ethan llegó a la empresa y comenzó su día, Garrett le contó sobre el asunto entre Janet y Patty.

"¿Puedes resolver eso?". Ethan se puso a revisar el documento. Y es que no era muy conveniente para él tratar personalmente un asunto tan trivial, ya que después de todo Patty era solo una diseñadora.

Empujándose los anteojos sobre el puente de la nariz, el otro le informó: "El único testigo posible en esto es Ronald, pero él ya tomó la decisión de cancelar la cooperación con nosotros. Supe que Janet incluso fue a verlo a su empresa, pero ni siquiera consiguió entrar en su oficina".

Después de cerrar la carpeta y pensarlo durante unos segundos, Ethan levantó la vista y le dijo: "El Grupo Larson va a invitar a las empresas con las que estamos cooperando a tener una reunión. Asegúrate de invitar a su CEO".

"¿Vas a hablar con él en persona?", cuestionó Garrett incrédulo. Lo cierto fue que no pudo evitar suspirar para sus adentros al pensar que Janet era muy afortunada de tener un esposo que se esforzaba por consentirla y cuidarla tanto.

Al enterarse de que Brandon lo estaba invitando, Jacob Gentry, el CEO de Yoyo Fashion, feliz e inmediatamente accedió a asistir. Y es que Brandon era el nuevo multimillonario más popular en Seacisco, y obviamente sería algo bueno estar en buenos términos con él.

Ethan organizó que su reunión fuese en Club Merry, el cual era uno de los mejores locales de la ciudad.

Los que iban a ese tipo de lugares eran todos figuras públicas, por lo que él no pensó que su esposa se aparecería allí.

Mientras Garrett hablaba con él, creyó ver una figura femenina mirándolos.

A fin de cuentas, él era muy perceptivo con las mujeres. Cuando vio que esta se daba la vuelta y estaba a punto de irse, se le pareció a Janet, e inmediatamente la llamó para detenerla.

No bien ella hizo contacto visual con Ethan, inexplicablemente se puso nerviosa, e incluso se asustó.

El hombre que estaba frente a ella era Brandon Larson, el CEO del Grupo Larson. Aunque este solo llevaba ropa diferente a la de su marido, ella tenía la sensación de que su semblante y expresión también eran notablemente distintos.

Sus ojos de pronto se aguaron incontrolablemente, pues sintió que el Ethan que conocía, el que doblaba suavemente la ropa en el sofá, se había ido. La verdad era que le entristecía pensar que nunca volvería a ver su dulce expresión; y es que Brandon era un completo extraño para ella.

Dando dos pasos hacia atrás, salió corriendo de allí.

Tan pronto como eso sucedió, Ethan corrió tras ella.

Todos los presentes estaban estupefactos, y muchos de los compañeros de Janet estaban tan sorprendidos que sus ojos se abrieron de par en par.

Ethan la alcanzó en unos pocos pasos, y agarrándola por la muñeca, la jaló hacia él. "Tienes que escucharme, Janet".

Aunque su tono fue agresivo, sus ojos estaban llenos de impotencia.

De dientes apretados, Janet levantó la cabeza y volvió a verle el rostro desde más cerca esa vez. Estaría de más decir que todavía estaba sorprendida.

Su corazón latía rápido cada vez que veía a Ethan parado frente a ella, incluso solo con su camiseta sin mangas.

No obstante, el apuesto hombre con hermosos rasgos faciales ahora solo la hacía sentir inferior e indefensa al mismo tiempo.

Para ella, él era como las estrellas en el cielo que solo podían mirar pero nunca alcanzar.

"¿Cómo quieres que te llame ahora? ¿Señor Larson o cariño? Me lo mantuviste en secreto durante demasiado tiempo, Ethan... No... ¡Señor Larson!", espetó ella sin poder evitar un tono burlón.