Capítulo 127

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Janet estaba tan enojada que iba temblando. La mente la tenía hecha un lío, y sentía que la vida se le había puesto patas arriba. Lo cierto era que no sabía qué era verdad o qué había sido creado para engañarla, y de hecho ahora todo le parecía falso y extraño.

Tan pronto como salió del hotel, vio que Garrett estaba parado afuera junto con varios altos ejecutivos del Grupo Larson; ella los reconocía porque se los encontraba a menudo en los ascensores.

"¡Hola, Janet! ¿Dónde está Ethan?", preguntó Garrett con una sonrisa halagadora al tiempo que se subía los anteojos sobre el puente de la nariz. Si él estaba en buenos términos con ella, tendría más vacaciones en el futuro.

No obstante, al verla bien, se dio cuenta de que estaba llorando amargamente.

Él había pensado que la pareja estaría bien, pero resultó ser todo lo contrario. Entonces dejó de sonreír enseguida y tartamudeó: "L-lo si-siento, yo...".

Janet simplemente lo ignoró, y al mirar a su alrededor, fue que cayó en cuenta de que los altos ejecutivos del Grupo Larson que debían estar en el club estaban parados afuera. Tal vez ellos no sabían qué hacer, y se habían ido a esperar a Ethan allí.

Cuando ella salió del hotel tan agresivamente un rato antes, todos intercambiaron miradas y luego voltearon hacia otro lado, fingiendo no haberla visto.

Secándose las lágrimas, ella solo se limitó a irse, pero Garrett la detuvo.

"Janet, a veces Ethan es terrible con las palabras, pero yo estoy con él todos los días, y sé que solo se preocupa por ti". Tocándose la parte posterior de la cabeza con torpeza, él miró ansiosamente al hotel con el rabillo del ojo.

¡Maldición! ¡Janet estaba huyendo! ¿Por qué Ethan no había salido a perseguirla todavía?

Con Garrett bloqueando su camino, Janet cruzó los brazos sobre el pecho y se burló. "Ahora soy la esposa del señor Larson. ¿Cómo te atreves a detenerme?".

Su mirada fue escalofriante para Garret.

El tiempo que Janet e Ethan llevaban juntos debía de haber hecho efecto en ellos porque ahora incluso sus tonos eran prácticamente iguales.

"No, me malinterpretas. Yo no quería detenerte", dijo él vacilante al verla tan enojada. Finalmente, se hizo a un lado y la dejó ir.

Solo entonces Ethan llegó corriendo.

"¿Por qué no la detuviste?", le preguntó a Garrett con dureza.

"Hombre, tu esposa está más que enojada en este momento. ¡No pude detenerla! Además, lo que sea que digas ahora solo puede agregar combustible al fuego. Si quiere irse, déjala en paz y dale un poco de espacio, solo síguela desde lejos". Dicho eso, Garrett se secó el sudor frío de la frente.

Quedándose sin palabras, Ethan no tuvo más remedio que perseguir a su esposa por su cuenta.

Dado que era finales de invierno, la noche estaba helada y los árboles circundantes estaban cubiertos por una capa de nieve blanca.

Bajo las farolas de luz tenue, la mujer con un abrigo rojo caminaba con dificultad. En el paisaje gris y blanco que la rodeaba, ella era como una luz roja titilante.

Cuando vio acercarse un taxi, lo detuvo.

"¿A dónde se dirige, señorita?".

Después de subirse, Janet miró por la ventana hacia la nieve, y la verdad era que no sabía a dónde ir, pero solo quería irse de este lugar.

"Adonde sea. Si quiero bajarme, le pediré que se detenga".

Sin presionarla con preguntas, el conductor solo pisó el acelerador.

Mi Esposo Es Un Billonario (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora