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Parecía que la mujer provenía de un pueblo hacia el este, lo supusieron debido al camino por el que la habían visto llegar, que era el que usaban para el transporte de materia prima hacia los pueblos del este.

El médico del pueblo había determinado una deshidratación y desnutrición severa, después de un breve chequeo concluyó que su estado no era el de alguien que había sólo corrido todo el camino desde su pueblo natal hasta aquí, si no que este nivel de deshidratación decía que llevaba por lo menos una semana sin consumir alguna bebida o alimento.

— ¿Podrá hablar pronto? — cuestionó Mu Qing al doctor.

— No estoy seguro, — levantó la vista hacia el par de dioses — en estos casos es difícil decirlo ya que no sabemos hasta qué punto está traumatizada la joven.

— Pero ¿Podemos intentarlo? — interrumpió Feng Xin —. Podríamos intentar comunicarnos por diferentes métodos.

— No lo recomiendo, podrían solo hacer peor el trauma — respondió saliendo de la pequeña sala de espera.

– ¿Por lo menos podríamos pasar a verla? – insistió Mu Qing.

– No ha despertado – contesto sin detenerse, dejando al par de dioses de pie en la diminuta sala de espera.


La chica aun no despertaba, y el medico no les permitía pasar a verla, era tan frustrante tener la información a tan solo unos pocos pasos, y no poder obtenerla.

–¡Tengo una idea! – exclamo Feng Xin alebrestado – ¿qué tal si alguno de nosotros entra en su mente?

Mu Qing lo miro aburrido, en si la idea no era mala pero no le emocionaba para nada la idea de entrar en la cabeza de una desconocida en tal estado, y si bien podía sentir como la energía volvía poco apoco a su cuerpo, aun no creía que tuviera la suficiente para lograr la hazaña.

"Tendríasuficiente energía si no hubiera pasado la noche en vela y hubiera descansadoadecuadamente." Se quejo regresando sus pensamientos hacia la noche anterior. – Estúpido Feng Xin. – murmuro para sí mismo agraviado.

– No es una pésima idea. – aceptó abandonando su sitio en la acera de la calle, donde se habían sentado a esperar noticias de la chica después de haber ido a investigar un poco el camino del que esta provenía. – Ya que no obtuvimos nada por culpa de las estúpidas supersticiones de la gente, creo que no nos queda de otra.

– Bien, ¿Entonces quien entrara? – pregunto gallardo, si podía hacer el mismo la misión y traer buenos resultados, podría quedar muy bien ante los ojos del albino, – Yo pued...

– Yo entrare. – decidió en seguida, conociendo de sobra la extraña fobia del moreno, no había forma de que el pudiera con esta misión. – Necesito que me pases algo de energía – cuando salieron estas palabras de su boca se ruborizo intensamente, a su mente corrió como una película la escena en donde Feng Xin le había ofrecido "pasarle energía espiritual como ellos..." – ¡De forma normal, no se te ocurra nada raro!

Feng Xin no había captado el curioso actuar del peliblanco, hasta que menciono lo de "nada raro" comprendió a lo que se refería y un pequeño rosa borgoña se asentó sobre sus redondos pómulos. Era de hecho una muy buena idea para volver a besarlo, y no dejaría que se le pasara esta oportunidad.

– De esa forma es más eficaz y rápido – insinuó acercándose peligrosamente a su rostro – ¡Es por el bien de tus creyentes! Y yo estoy dispuesto a sacrificarme por ti.

Mu Qing al ver el repentino acercamiento se alejó por instinto, la sola idea de que sus labios se unieran de nuevo le hacía hervir la sangre, había sido una sensación tan nueva para él y no le disgusto en absoluto, "¿se sentiría igual si beso a otra persona?" se cuestionó tratando de mantener en su lugar a un empalagoso Feng Xin, pero la idea de hacerlo le provoco repulsión, las pocas opciones que creía tener no eran para nada agradables, con Xie Lian corría el riesgo de morir a manos de lluvia carmesí, Ling Wen... ni hablar, ella habría olvidado hace mucho como hacerlo, el general Pei, no, ni loco, ¡que poco higiénico!

Serendipia. [Mu Qing x Feng Xin] {TGCF}Where stories live. Discover now