Serendipia. [Mu Qing x Feng Xin] {TGCF}

11

Los claros rayos matutinos resultaron tan dañinos para un pobre hombre que había pasado toda la noche combatiendo con una problemática criatura.

Su energía estaba tan gastada que no pudo mantener su piel falsa regresando a su "yo" original, algo que el moreno había hecho mucho antes que él.

MuQing, viendo el tranquilo semblante del moreno, notando lo cómodo que se encontraba tirado en el suelo, descansando, no dudo en hacer lo mismo, ya que no podía nada más abandonarlo ahí, ni las fuerzas para hacerlo tenía, así que decidió sentarse junto a él y descansar un poco.

Luego le reclamaría y golpearía como es debido.

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Un sonido grave, cómo de metal cayendo lo despertó de su plácido sueño, provocando que se sentará de golpe en su lugar y se pusiera alerta.

La situación que apenas había pasado lo tenía totalmente alterado, haciéndolo saltar al menor ruido, giró su cabeza vivazmente de un lado para otro solo logrando distinguir una figura a unos cuantos metros de distancia que traía consigo un Zanbato junto con un arco y flecha en sus brazos, caminando de regreso hacia donde él se encontraba.

— Al fin despiertas — comento FengXin al verlo sentado con los ojos muy abiertos.

MuQing no respondió, se encontraba aún un poco mareado y acalorado, notando que tenía encima una túnica inferior oscura; después de un par de segundos observándolo cayó en cuenta que está túnica inferior era de FengXin así que la aventó lo más lejos que pudo haciendo una mueca de asco puro, aunque no sentía exactamente asco, sentía desagrado, pero uno muy peculiar.

— ¡Ey! — grito el moreno al ver la acción tan descarada — todavía de que te presto mi ropa para que no te enfernes y ¿haces esto?

— No te pedí que lo hicieras. — respondió MuQing tratando de ponerse de pie, aún no recuperaba toda su fuerza y su cuerpo pesaba como ser aplastado por miles de rocas gigantes.

— ¡Espera! — se apresuró FengXin a sostenerlo antes de que cayera de boca hacia el frente — aún no estás recuperado — lo volvió a acomodar en su lugar, y volvió a cubrir su cuerpo con la túnica.

— Estoy bien — dijo intentando librarse del agarre y dando suaves golpes hacia el pecho contrario, tan poco cargados de fuerza que era verdaderamente notable que aún se encontraba muy débil.

— ¡Ya carajo! — FengXin lo tomo fuertemente de sus muñecas y las bajo en un movimiento brusco — no estás bien, ya déjalo.

MuQing, a regañadientes y sorprendido por el aparente semblante preocupado del moreno, detuvo su pelea y se dejó recostar de nuevo.

— ¿Cuánto tiempo estuve dormido? — pregunto a la par que se volteaba dándole la espalda al moreno y se acomodaba en posición fetal.

— No sé, — admitió — cuando desperté ya estabas dormido y de eso ya pasó medio día.

— ¿Medio día? — repitió sorprendido, al principio solo pensaba descansar un par de horas, hasta recuperar un poco de su fuerza y poder seguir con su camino.

— Si — respondió FengXin intentando prender una pequeña hoguera para poder mantenerse calientes y preparar algo para comer, ya que, como iban las cosas era obvio que tendrían que pasar otra noche en esa fea, fría y tétrica finca.

— ¿Porque no me despertaste antes? — cuestiono el albino con aire superior y molesto, aunque está actitud contrastaba con el hecho de estar recostado en el suelo con una túnica sudorosa como cobija y una piedra como almohada.