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Ya había pasado más de un mes desde los sucesos ocurridos en la celebración del templo, y tanto FengXin como MuQing seguían evitándose a toda costa.

Pero el destino o cualquier cosa que les estuviera jugando una terrible broma, no les permitía estar lo más lejos posible el uno del otro.

¡Sino todo lo contrario!

Se encontraban ahora en cualquier lugar, y hasta el doble o aun más de las veces de lo que se habían estado encontrado en todos esos siglos que habían estado viviendo en la misma ciudad celestial.

¡¡Parecía que se ponían de acuerdo para encontrarse a las mismas horas y en los mismos lugares, haciendo que el lugar se llenara de una atmósfera bastante incomoda y no solo para ellos, sino que también para todos los funcionarios y dioses marciales que se encontraban en el mismo lugar!!

El albino, en un intento de alejarse de esa tensión tan abrumadora se encerró en su palacio con la convicción de no salir en un tiempo, sabiendo que ahí no podría ver a dicha persona, pero después de un par días ya no podía seguir simplemente encerrado, su ansiedad crecía y nunca le había gustado estar en un mismo lugar durante tanto tiempo y menos si lo sentía como una prisión.

Al final decidido salir al día siguiente.

<< ahhhh, ¿Que infierno es este?>>

Este día como los últimos en este mes de nuevo se habían encontrado en el lugar menos esperado.

MuQing había salido temprano de su hogar pensando en ir a una pequeña zona llena de energía propicia para la cultivación que había encontrado anteriormente para meditar y tranquilizar su cansado corazón.

¡¡Pero quien se iba a imaginar que este general Nang Yang dios marcial del sureste estuviera exactamente en este lugar!!

<<Debe ser una broma>>

Se maldijo mentalmente, preguntándose a la vez porque es que él conocía este lugar también.

Con irritación inscrita en su rostro pensó en volver por donde había llegado sin hacer notar su presencia y caminar un poco por la ciudad aprovechando que el moreno se encontraba meditando ya que sabia lo mucho que uno se podía tardar en eso.

Con esto en mente se dio media vuelta y se preparo para huir a toda velocidad, cuando de la nada todos sus planes se truncaron de manera vergonzosa puesto que estuvo a punto de resbalarse cuando escucho que detrás de él lo habían llamado.

Se giro lentamente viendo a FengXin tratando de contener su risa.

La molestia se hizo presente en su rostro.

- ¿Qué haces aquí? – pregunto el moreno.

- Eso quiero saber de ti – respondió con su habitual indiferencia.

- Como puedes ver – hizo un ademan de obviedad – vine a meditar.

- No me refería a eso – rodó los ojos – ¿Como encontraste este sitio?

- No recuerdo hace cuanto – se rasco la nuca – ya lleva tiempo, vengo solo de vez en cuando.

"ya lleva tiempo"

Pensó en el tiempo en el que él había encontrado esta zona, de hecho, ya habían pasado más de tres meses desde que lo había encontrado, pero a diferencia del moreno él no había venido ni una sola vez.

- Entonces te dejo meditar – dijo listo para abandonar el lugar.

- ¿Tú también viniste para meditar? – pregunto el moreno intentando ser amable.

FengXin ya se había puesto de pie, dejando libre una roca lo suficientemente grande y plana para sentarse en ella la cual se notaba que él mismo había traído de algún otro sitio hasta ese lugar, y se encamino hacia el albino.

Se sorprendió un poco por lo tranquilo que se encontraba el moreno y esto se veía en su rostro, lo que conmociono un poco al otro puesto que en su expresión lo único que siempre dejaba ver era hostilidad e indiferencia.

- Puedes quedarte a meditar – se apresuró y agacho por alguna razón la mirada – Yo me... estoy yendo.

<< ¡Pero que con esa mirada!>>

No hubo respuesta alguna por parte del albino, sus ojos explayados y su boca semi abierta, parecía que se había quedado en shock por un momento, estaba tan acostumbrado a las fuertes palabras del moreno contra él que no supo como responder cuando no se dirigió a el con insultos y una voz gruesa.

- Oh... si, gracias – respondió después de media vara de incienso, un delicado y apenas perceptible rubor se coló en su cuello pálido haciendo destacar un bello rosáceo.

- Bien, entonces me voy – dijo con voz alta, evitando ver el cuello ajeno que, por alguna razón que no entendía, atraía de forma siniestra su vista en ello sin poder evadirlo.

Sin responder y acomodando su expresión lo mejor que pudo a su común estado de desdén, asintió y prosiguió a ir a sentarse en la roca donde antes estaba sentado el moreno.

*

Su corazón latía con fuerza, no entendía porque al ver la mirada descompuesta de MuQing le había conmocionado tanto.

<< Debo de estar enfermo>> pensó por el ritmo tan acelerado que estaba teniendo.

Convencido de que esta era la causa se dirigió a su palacio más calmado, restándole importancia a su reciente ataque cardíaco.

*

Por su parte, MuQing, se sento en forma de loto sobre la piedra, intentando acomodar sus pensamientos y tranquilizar a su cansado corazón.

<<¡Debió de haberse gastado ya toda la energía de este lugar!>> Frunció el ceño.

Se quejo culpando indiscriminadamente al moreno por que la energía del sitio no le estaba funcionado en absoluto, ¡sino todo lo contrario!, se había estresado aún más y su cabeza se encontraba vuelta un lió, tanto que sentía que podía estallar en cualquier momento.

- ¡Ahg! – se quejó mientras se ponía de pie dispuesto a irse a su palacio.

Camino molesto de regreso, cualquier persona que lo viera pasar se alejaba y escondía detrás de cualquier maceta, pared o vivienda propia o ajena con tal de no pasar frente a un MuQing que, al parecer, podría tirarte un golpe de tan solo verlo, y aun mas con su fama de pelear en cualquier lugar.

Llego a su vivienda sin toparse con nadie indeseado, suspiro y se dirigió a la pequeña cocina que tenía incorporada en su palacio; si bien no necesitaba comer puesto de que ya era un dios inmortal pero no por eso se negaba a si mismo la oportunidad de comer algunas cosas que le gustaban de vez en cuando.

Se sirvió un vaso con agua y se sentó de forma pesada en una de sus únicas dos sillas que tenía, y dejo caer todo su peso en el respaldo de esta dejando de lado su perfecta postura.

Quiso comprender de una ves de todas que era esto que tanto lo molestaba con respecto al estúpido de FengXin, sin poder llegar a nada.

<< EN fin no debería preocuparme tanto>> se dijo a la ves que se paraba para buscar algo dulce que comer.

Serendipia. [Mu Qing x Feng Xin] {TGCF}Where stories live. Discover now