Capítulo 8: Oh la la, el reino de la moda y el estilo

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Marco baja las escaleras escuchando ruido en la cocina. Ve a su tía apurada de acá para allá con los sartenes en la estufa. Se acerca en lo que ella pone la cafetera.

– Tía.

– Oh, Marco. Es temprano todavía.

– Sí, es que perdí el sueño.

– Ok. ¿Podrías ayudarme con esto? Anina y Daisy bajarán a desayunar pronto.

– No puedo creer que el señor Ed las haya dejado quedarse solo por este fin de semana.

Revuelve los huevos en el tazón y los agrega al sartén.

– Es bueno. Ellas estuvieron aisladas de todo y por fin pueden conocer un poco.

– Tía, ¿por qué estuvieron encerradas? Nunca nos platicaste de ellas. Ahora que recuerdo.

Vuelve a apretar los labios pensando en que responder.

– El señor Ed tiene sus razones. Anina es lo único que le queda. Sabes que no tienen más familia.

– Sí... Y, ¿cómo es que conoció hasta nuestros padres? ¿Y a ti?

– Bueno...

– Buenos días – baja Anina todavía somnolienta –. ¿Qué hacen? ¿Ayudó?

– Buenos días. Vamos siéntate. Este fin de semana son nuestras invitadas.

– No hacía falta pero gracias. Solo iré al baño.

Al retirarse, Cherry le contesta a su curioso sobrino:

– Tal vez otro día te cuente.

***

Un enigmático lugar. Los edificios no solo estaban ordenados sino que había equilibrio en las tonalidades. Cada zona eran combinaciones distintas que rolaban como la ruleta de colores.
El castillo, un poco alejado de la urbe, con un lago detrás de él. Algunas torres parecían vestidos preciosos. Perla era su color.

Al llegar los recibe la princesa Rose con pantalones a su cuerpo de color negro con una blusa fiusha de mangas farol. Es de su misma edad.

– Bienvenidos al Reino de la Moda y el Estilo donde el buen gusto es lo que importa. Mmm, pero veo que a ustedes necesitan un poco de arreglo. Vengan conmigo.

Hace que los vistan y los peinen. Salen ya listos de los vestidores.

– Se ven mejor – los halaga Rose.

– Gracias – agradecen Anina y Daisy.

– ¿Qué peinados nos hicieron? – pregunta Luis.

– No se ven mal, chicos – responde Daisy conteniendo la risa por los peinados en pico.

Marco se pone su gorra. Luis lo imita.

– Nada mal – dice Rose – Bien, vengan conmigo.

Los llevo directo al edificio donde se crean todos los diseños del reino. Más de treinta pisos con departamentos ocupados en áreas como diseño, arte, costura y promoción.

– Este lugar es especial. ¿Qué les parece?

– Es bello. Los diseños de este edificio son bonitos – opina Anina deteniéndose frente a unos dibujos pegados en la pared.

– Gracias. Soy genial, ¿no? Yo los diseñe – hace una pose algo presuntuosa agitando su cabello pelirrojo.

– Es increíble lo que hacen aquí. Me imaginó que todo lo que hacen refleja su duro esfuerzo.

STARLIGHTWhere stories live. Discover now