STARLIGHT

Capítulo 16: Un viaje al pasado

Es un día en el que todo el reino Starlight recuerda el Gran Ataque donde muchas personas; incluyendo los padres de Anina, Marco, Luis y Daisy, murieron y varios reinos terminaron cautivos en oscuridad.

En la ciudad el bullicio se escucha triste a pesar de la acción. Fotos de familiares y amigos perdidos son pegados en paredes y árboles en la zona del parque central del reino. El viento susurra los llantos contenidos en el pecho.

Enfrente de la puerta del castillo empacan los juguetes para los huérfanos. Niños que desgraciadamente perdieron a su familia. Una campaña organizada por Ed. Ellos irían de voluntarios junto con otros.

– Oh sí. Los niños estarán muy felices – Marco mete autos de plástico a una caja.

– Sí – con desánimo, introduce las muñecas, cierra las tapas con cinta dejándola a un lado conteniendo un suspiro.

– ¿Te pasa algo, amiga? – le pregunta Daisy preocupada.

– Recordar este día solo me trae recuerdos de mi familia.

– Yo también extraño a mis padres – comenta Luis dejando la caja en el suelo.

– Y todos los que perdimos algo ese día nos sentimos... – a Daisy se le corta la voz.

– Lo sé, bueno, vamos al laboratorio por los últimos juguetes.

Sobre una mesa encuentra la caja. Pone sus manos sobre está. La garganta era un nudo. Tan poco fue el tiempo que pasó con su familia. Tantas cosas que le hubiera gustado hacer a su lado. Jugar con su hermano y reír a carcajadas, pasear con su madre y tener largas charlas, y aprender de padre y su forma de liderar.

Un golpe contra el suelo la hace reaccionar. Detrás de unas máquinas.

– Hola, ¿hay alguien ahí?

Debajo de un gran trozo de tela lleno de polvo y orificios se descubre una máquina que tenía una inscripción que decía: “Máquina del tiempo. Hecha por Ed y los Shine”.

– Amigos, miren una máquina del tiempo.

No tardaron en llegar.

– Súper – dice Marco sorprendido – No sabía que había una oculta aquí.

– Mira Marco, aquí dice que los Shine, nuestros padres – nota Luis.

– AVI, ¿podrías darnos información? – pide Daisy.

– Claro. Está máquina fue construida hace años pero se ocultó debido a que un malvado casi logra alterar el tiempo.

– Eso significa que podemos viajar al pasado – admira la máquina imaginando posibilidades.

– Sí, pero deben ser muy cuidadosos – les advierte Rob – El tiempo es delicado.

– Oigan, está encendida – se percata Luis.

Cruza. Al verlo, sus amigos también.

Caen en medio de unos arbustos. Se levantan observando que están en el parque central debajo de uno de sus árboles frondosos.

– Al parecer la máquina también te lleva a algún lugar y no necesariamente en donde se encuentre – nota Marco.

– Sí, pero ¿cómo volveremos? – pregunta Luis.

– Tal vez en el laboratorio de este tiempo – supone Daisy.

– Buena idea, pero ¿en qué tiempo estamos?

– Creo que ya sé en donde estamos. Es día del Gran Ataque y falta una hora para que comience – reconoce ese día que salió por primera vez – Debo...