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Capítulo 11

El teléfono de Xu Yan estaba en la mano de Ji Huai cuando sonó la solicitud de llamada de WeChat: frente al Palacio Potala, Ji Huai estaba sacando fotos turísticas para Xu Yan. "Hay uno que se llama Doctor Liu". Agitó el teléfono hacia Xu Yan: "Te está llamando". Xu Yan se quedó helado y se acercó a tomar el teléfono, mirando la pantalla durante dos segundos, con el pulgar vacilante pulsando responder y sin colgar.

"¿Tu médico?", le preguntó Ji Huai.

Xu Yan, que tenía un leve caso de altos reflejos y la cabeza congestionada, sacudió la cabeza y dijo en voz baja: "El de Shen Zhi". Luego levantó la voz y dijo con una sonrisa, como había hecho cada vez en los últimos años: "Hola, doctor Liu".

"Hola, Xiao Xu, hace meses que no viene Shen Zhi, ¿verdad? Arreglaré una cita en los próximos días para revisarlo. Es un hombre ocupado, tendré que confiar en ti para que le eches un ojo, asegúrate de traerle, ¿de acuerdo?"

Hacía frío, y el viento en ciudad Sunshine seguía siendo un cuchillo en invierno, raspándole la cara de uno en uno. Xu Yan miró el magnífico Palacio Potala y quiso negarse, pero cuando abrió la boca, el viento seco y frío le entró por la boca, dejándole sin habla. Quiso decir que no podía hacer esto, que no se pusiera en contacto conmigo en el futuro, pero no había manera, era difícil: la mano de Shen Zhi fue herida por su culpa.

No quería recordar específicamente. Los recuerdos tienden a hacer que la gente se confunda y se ablande. Xu Yan guardó silencio una y otra vez, y finalmente dijo: "De acuerdo, hablaré con él y me pondré en contacto contigo antes de ir".

Después de colgar, Xu Yan se quedó de pie, con el pelo alborotado, con aspecto un poco perezoso. Después de unos minutos, Xu Yan abrió su lista de amigos y encontró a la asistente de Shen Zhi, preguntándole: "Señorita Li, ¿ha ido con Shen Zhi en este viaje de negocios?

La asistente contestó rápidamente: No, la persona que fue con el señor Shen fue el segundo asistente, ¿qué quiere hacer, señor Xu?

Xu Yan: Nada, sólo dígale a Shen Zhi cuando regrese que el Dr. Liu le urge que vaya a una revisión y acupuntura. Recuerde decírselo con antelación antes de ir. Le pediré al Doctor Liu que se ponga en contacto con usted directamente más tarde, gracias por su duro trabajo.

Asistente: Sí, entiendo. Informaré al señor Shen cuando regrese. Gracias señor Xu.

Xu Yan: De nada.

Estaba a punto de guardarse el teléfono en el bolsillo cuando volvió a sonar, un número desconocido. Ji Huai dijo: "Estás muy ocupado con tus asuntos". Xu Yan estaba desconcertado, pero contestó de todos modos. Se arrepintió tan pronto como tomó la llamada.

"Xu Yan". Meng YuWan habló: "Hola, soy la madre de Shen Zhi".

A Xu Yan le dolió aún más la cabeza y dijo: "Sí, lo sé, hola tía".

Al otro lado, el tono de Meng YuWan era pausado, "He oído que estás en casa, ¿has vuelto unos días?".

Hizo su pregunta de forma obvia, así que Xu Yan no se molestó en andarse por las ramas y dijo sin rodeos: "No, me quedaré aquí con mi familia".

Meng YuWan rió ligeramente: "Eres un niño obediente".

'No soy obediente, sólo quiero salvar las apariencias', pensó Xu Yan. Sonrió con la comisura de los labios: "Sí, tía, ¿necesitas algo más? Ahora cuelgo, la señal aquí no es buena".

Era cierto que la señal no era buena y el viento era fuerte, por lo que era penoso llamar, pero la excusa de la 'mala señal' había sido sobreutilizada en la vida y en los dramas televisivos, lo que la había convertido en otro tipo de actitud evasiva. Meng YuWan naturalmente pensó que Xu Yan estaba incómodo y no quería enfrentarse a ello, así que pensativamente dio el golpe final: "De acuerdo, pero hay algo que quiero decirte. Shen Zhi se va a comprometer el mes que viene, si tienes tiempo, eres bienvenido a asistir."