Nuestro niño - [Felix, Chan, Hyunjin]

Chapter 31

—Lix, me iré a trabajar esta semana, quizás cuando vuelvas ya no esté aquí.— Llamó mamá antes de que yo saliera por la puerta de casa.

—¿De nuevo? ¿Cuándo vendrás?— Puchereé, durante estos días mamá y yo nos habíamos vuelto más unidos que nunca, amaba mi relación con Hyunjin y me apoyaba en todo lo que hacía, todo lo bueno claro.

—La semana que viene. Si ocurre algo llámame y no dudaré en venir aquí ¿Okey?— Dijo mamá dejando un beso en mi frente. Abrí la puerta, Hyunjin se encontraba esperándome detrás de esta. —Cuida bien de Lix, y tú también cuídate Hyunjin, eres como mi segundo hijo.

—Lo haré Rachel, no se preocupe.— Sonrió Hyunjin y finalmente fuimos a nuestra cita.

Ya hacía un mes desde todo aquel incidente, desde que mamá y Hyunjin se llevaban bien e incluso a veces se reían de mí por estupideces que hacía. No había vuelto a cruzarme con Chris, parecía haber desaparecido de la faz de la Tierra o al menos del instituto. A veces  extrañaba algunas cosas de él, pero no quería darle importancia y mucho menos ahora.

—Veamos... Sé que no te gusta el cine, siempre te duermes, así que podemos simplemente pasar el día juntos... Aunque las clases ya casi han terminado y me verás más a menudo, quizás te canses de verme tanto.

—Jamás me cansaría de verte Hwang Hyunjin.— Sonreí.

—En ese caso, hoy abrió una cafetería nueva podemos ir ahí, luego podemos ir a mi casa y jugar al LOL todo lo que quieras, podemos ver tu anime favorito hasta que dé la noche.— Hyunjin iba dando saltos como niño pequeño, me hacía sonreír.

—Me gusta el plan.— Respondí apegándome más a él.

Caminamos mientras hablábamos y reíamos, paramos en el río Han para observar aquellas hermosas vistas y seguimos nuestro camino después de varios besos, caricias y confesiones amorosas, ya eran algo común en nosotros pero seguían haciendo que se me acelerase el corazón.

—Te ves muy lindo con el pelo negro de nuevo, pero te quedarás calvo como sigas tiñiendotelo y ya sabes que amo tu pelo largo.— Reí al ver la cara de indignación del mayor.

—Si de verdad me amas, me amarás con pelo o sin pelo.— Bufó.

—Si, pero ¿cómo te tiraré del pelo en la cama ahora?— Fingí horror y Hyunjin rió exageradamente por ello.

Finalmente, llegamos a la cafetería. Era enorme y preciosa, tenía cuadros artísticos hermosos y supuse que por eso Hyunjin se había enamorado a primera vista de la cafetería. Cuando entramos una simpática camarera nos recibió en la entrada.

—Buenas tardes, ¿Mesa para dos o esperan a alguien más?— noté cierta tensión por parte de la mujer, solo miraba a Hyunjin y de manera descarada y coqueta a decir verdad.

—Solo nosotros.— Dijo Hyunjin entrelazando nuestras manos, sonreí por ello.

—Entiendo.— respondió la muchacha borrando su sonrisa y guiándonos hasta una mesa en la terraza del piso de arriba, tenía buenas vistas, las mesas eran pequeñas pero lo suficientemente grandes para que entraran dos tazas de café y algún que otro dulce. —Más tarde vendrá mi compañera a preguntar lo que desean, tengan un buen día. —Terminó de hablar la camarera para darse la vuelta sin siquiera observar a Hyunjin y lanzarme una mirada desafiante.

—Te noto callado.— Dijo el más alto con una sonrisa orgullosa.

—Cállate.— Dije frunciendo el ceño y abultando los labios formando un pequeño puchero. Estaba celoso, no lo iba a negar, ¿Por qué siempre que salía con Hyunjin tenían que coquetear con él? ¿Acaso yo era invisible?