🤍EPÍLOGO🤍

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[Unos años después]

—¡Agh~! ¡Mierda Hyunjin~!— gemí tironeando del pelo, ahora largo, del mayor, quien se encontraba succionando, chupando y hasta mordiendo mi miembro bajo las sábanas. —H-hyunnie, llegaremos t-tarde...— Dije aún apretando con fuerza su pelo y las sábanas de la cama del hotel.

—No te preocupes...— Jadeó y trató de ir más rápido introduciendo ahora dos de sus dedos en mi interior.

Gemí y me removí en mi sitio hasta sentir aquel cosquilleo en el vientre bajo, terminando por soltar toda mi esencia en la boca del mayor. Cuando salió de entre las sábanas reí al ver cómo limpiaba un poco de mi esencia de sus labios para venir a besarme, pero me aparté.

—Sabes que odio eso, es como automamármela, soy gay pero no tanto.— Dije causándole carcajadas, palmeó mi trasero y habló.

—Lávate, hay que irse o nos matarán. ¿Dónde están los anillos?— preguntó y yo entré en pánico por un momento.

—¿No los tenías tú?

—¡¿Qué?! ¡Te los dieron a tí Felix!— Dijo incorporándose. —Okey, okey, calma... Lávate, yo iré buscando los anillos, te dejé el traje en el baño, yo me pondré el mío ahora.

Obedecí al instante, levantándome y dirigiéndome a la ducha en cuestión de segundos, simplemente lavé mi cuerpo rápido y mojé mi pelo para dejarlo secar al aire. En cuanto salí de la ducha me coloqué el traje, tuve unos cuantos problemas con la corbata así que salí sin ponérmela encontrándome a un atractivo Hyunjin peinándose frente al espejo.

—Que bien te ves con traje, maldita sea.— Sonrió y se acercó a mí sin que yo dijera nada para colocarme la corbata.

—Estás hermoso, no te ves como si acabaras de correrte.— Rió al ver mis mejillas sonrojarse y le di un pequeño golpe por ello.

—Idiota, ya vámonos. ¿Encontraste los anillos?— pregunté.

—Mhm, son hermosos por cierto, ¿quién los eligió?— Preguntó ahora Hyunjin saliendo conmigo de la habitación para dirigirnos al auto que porfin se había comprado.

—Obvio fui yo, Jisung casi elije unos de esos que gritan sexo, que vergüenza pasé.— Dije lamentándome al recordar aquel momento en el que Jisung le pidió a la responsable de la tienda unos anillos que eran para el BDSM.

—Ugh, el Minsung y sus cosas, qué miedo.— Tembló el mayor subiéndose para arrancar.

Condujo por aproximadamente media hora, y eso saltándose semáforos e incluso metiéndose en calles prohibidas, como dice Minho, no pasa nada mientras no te pillen. Cuando llegamos al lugar juré que iba a llorar. Nos encontrábamos en la playa de la isla de Jeju, había un gran altar frente a unas cuantas sillas para los invitados, pétalos, flores, velas... Era hermoso.

—¡Lix! ¡Si llegabas un milisegundo más tarde iba a matarte!— Me gritó Jisung agarrándome del brazo y llevándome a un lado de toda la gente.

—Ay ¿Qué ocurre?— pregunté.

—Estoy nervioso, me entró el pánico... ¿Y si Minho dice que no quiere casarse conmigo? ¿Te imaginas si me rechaza en medio del altar? ¡O peor! ¿Recuerdas cuando en la primaria vomité por miedo escénico? ¡¿Qué haré si ocurre eso en mi boda?!— el mayor llevó sus manos a la cabeza, estaba realmente nervioso, y con razón, yo también lo estaría si fuera a casarme.

—Sung tranquilo, Minho no dirá que no, te ama... Incluso te preguntó él si querías casarte. Vas hermoso con el traje blanco, así no hay quien se te resista.— Reí y él sonrió calmándose un poco.

Nuestro niño - [Felix, Chan, Hyunjin]Where stories live. Discover now