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Habían pasado algunos días desde que Bella y yo nos perdimos y desaparecimos en el bosque, pero lo más importante desde que los Cullen se fueron de la ciudad. Bella no estaba pasandola bien, para nada. Pensé que lo estaría haciendo mejor que esto, pero estaba muy equivocada.

Y resultó que había roto mi teléfono esa noche cuando ese pájaro me asustó y tuve que conseguir uno nuevo.

Intenté enviarle un mensaje de texto a Alice, pero ella no respondía. No sabía si era el nuevo número que tenía, pero le expliqué en mis mensajes que había roto mi teléfono y tenía que conseguir uno nuevo. Me molestó un poco que ella no respondiera incluso después de decir que estaría allí para mí cuando la necesitara. Probé mi suerte enviando mensajes a Carlisle pero tampoco obtuve nada de él.

Una parte de mí quería creer que era porque estaban ocupados y no tenían tiempo para responder, pero no podía estar seguro de que tampoco estuvieran esquivando llamadas.

No enviaría más mensajes de texto esta semana. Si lo que buscaban era espacio, les daría eso, al final del día tenía que respetar los límites. Si fuera al revés y fuera Alice llamándome y enviándome mensajes de texto todos los días, me volvería un poco loca.

Por ahora solo tenía a Bella, y ella me tenía a mí. Charlie estaba trabajando y Paul estaba patrullando. Tuvimos algo de tiempo juntas y ella realmente no había salido de su habitación desde que Edward la había dejado en el bosque.

Otra cosa que me molestó.

Llamé suavemente a su puerta, giré la manija en silencio y entré. Su espalda estaba frente a mí mientras estaba sentada en su silla frente a la ventana, mirando sin rumbo fijo a la nada. Fruncí el ceño, –Hola, Bell.

Ni siquiera se volvió hacia mí cuando respondió, –Hola–. Eso fue todo, solo un monótono 'hola'. No había nada detrás de eso, su voz estaba vacía de cualquier emoción.

Cerré la puerta detrás de mí, adentrándome más en su habitación, –¿Te sientes bien?– Ella se encogió de hombros una vez. Presioné mis labios juntos, –¿Quieres hablar de eso?

Se encogió de hombros de nuevo, –Solo estoy de duelo, estoy segura de que estarías igual si fueran tú y Paul.

Un dolor agudo y punzante me atravesó el pecho y me hizo estremecer, todo por el simple hecho de pensar que Paul y yo nos separáramos. No podía soportarlo y me di cuenta de que lo que Bella estaba diciendo era correcto, solo necesitaba su tiempo.

Me senté en su cama, –Papá y yo hemos estado preocupados por ti, Bell–. Le dije, –Puedes hablar con nosotros.

Bella no respondió por un rato y pensé que ese sería el final de nuestra conversación. Me puse de pie cuando ella respondió, –Dijo que no pertenezco a él.

Me congelé al escuchar sus palabras antes de volver a sentarme en la cama, –¿Él dijo qué?– le pregunté asombrado.

Bella sabía que lo había escuchado y solo asintió antes de continuar, –Dijo que no me quería, pero luego me pidió que no hiciera nada imprudente por tu bien y el de Charlie.

Me burlé amargamente, –Qué considerado de su parte–. La ira se apoderó de mi tono y me encontré odiando a Edward Cullen aún más. Justo cuando empezábamos a ser civilizados, salió y le hizo eso a Bella.

Que idiota.

–Dijo que yo no era buena para él–. Casi susurró, su voz se quebró al final. Como si volviera a la realidad y se aclarara la garganta, –Y que nunca más lo volvería a ver.

En realidad estaba furiosa. Si volviera a verlo alguna vez, lo golpearía hasta la mierda. No solo por decirle esas cosas a Bella sino por tener este efecto psicológico en ella. Estaba claro que estaba absolutamente destruida. Amaba a Edward y, a cambio, él le rompió el corazón.

AFTER DARK | PAUL LOHOTE - TRADUCCIÓN Where stories live. Discover now