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Decidí que me encantan los medicamentos que me proporcionaba el hospital. No tenía dolor, en absoluto, y era felicidad. Agregue el factor que sentí que estaba flotando en el aire en este momento y que era el paraíso. Si no estuviera en una fea bata de hospital en una sala en este momento, habría pensado que estaba en un spa o algo así dado lo relajada que me sentía.

Sam Uley realmente me ayudó hoy y lo demostró cuando se sentó a mi lado en la habitación del hospital en la que estaba, manteniéndome entretenido en una situación tan estresante. Nos reímos juntos mientras los médicos y las enfermeras estaban estresados ​​a nuestro alrededor.

Sin embargo, pude ver el estrés en sus ojos, pero se cubrió bien.

Llevábamos aquí unas tres horas y ya me habían hecho varios escáneres y radiografías. Todavía no había señales de mi papá, pero Sam me aseguró que estaría aquí tan pronto como pudiera. Sin embargo, no me dijo qué lo retenía, pero tuve la impresión de que lo sabía.

Mi papá había organizado una cacería hoy para tratar de encontrar a los lobos. Con Sam sentado a mi lado, supuse que ninguno de los miembros de la manada había sido atrapado, de lo contrario, él no estaría aquí... pero ¿qué retenía a mi papá?

–Dijiste que ibas a ayudar en casa de Harry–. Recordé, con el ceño fruncido en mi rostro, –¿Qué pasó?

Sam suspiró, apoyándose en su mano mientras su codo descansaba en mi cama, –Harry tuvo un ataque al corazón mientras estaba con tu padre. Vio a esa vampira.

El arrullo rítmico del monitor cardíaco instalado para mí sonó junto a nosotros, –El…– pregunté con aprensión. Sam asintió solemnemente y miré hacia el techo en estado de shock, –Dios mío.

Charlie y Harry habían sido amigos desde que yo podía recordar, muy similar a él y Billy. Habíamos estado cerca de la familia Clearwater durante algún tiempo. Mi papá y Harry solían ir de pesca juntos todo el tiempo.

–La manada está en casa de Harry ahora. Charlie también estaba allí, pero ahora que sabe que estás en el hospital, ellos también lo sabrán, no pasará mucho tiempo hasta que estén aquí.

–No llamamos a Paul, Sam–. Dije ansiosamente, –Él va a querer saber por qué.

–No es tu culpa. Si alguien debería haberlo llamado es Jacob o yo y como le ordené que no lo hiciera, Paul no tiene por qué estar enojado con Jake.

Me lamí el labio nerviosamente. Sabía exactamente lo que recibiría de Paul, sobre ponerme en peligro nuevamente y, sinceramente, no podía culparlo, simplemente no quería escucharlo. Tenía razón, tenía que empezar a pensar más en mí. Exhalé profundamente, –Me va a matar.

–No lo hará–. Sam me dijo, –Y si lo intenta, lo detendré.

Volví la cabeza para mirar a Sam, –Es mi culpa que esté en el hospital, aunque Sam. Fue mi decisión saltar.

–Saltaste para tratar de salvar la vida de tu hermana–. Me recordó, –Alice te contó lo que vio y tú decidiste que era un riesgo que no podías correr–. Suspiró, –Me alegro de que Jacob estuviera lo suficientemente cerca para captar sus olores.

–Sí–. Murmuré, –Yo también.

En ese momento, la puerta del hospital se abrió de golpe y mi padre se paró en la puerta abierta. Su pecho subía y bajaba como si hubiera corrido todo el camino desde la casa de Clearwater. Su mandíbula estaba floja y se pasó la mano por la cara, cerrando la puerta lentamente detrás de él.

Entró lentamente en la habitación, mirando a Sam antes de volver a posar sus ojos en mí, –¿Qué-qué pasó?

–Historia graciosa…– traté de romper, usando el humor para aligerar la situación pero fue un mal intento. Mi papá no parecía divertido, así que apreté los labios mientras se arrastraba más cerca de mí a su propio ritmo, –Salté por un precipicio–. Sus cejas subieron hasta la parte superior de su cabeza, –Y golpeé mi espalda contra las rocas.

AFTER DARK | PAUL LOHOTE - TRADUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora