ASFIXIA ©

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Cuando recobré la conciencia reconocí a Julian y a Levi examinando un examen de rayos X.

Me removí sobre la camilla tratando de contar las veces que había terminado dentro de aquella habitación. Al tiempo que me observaba me di cuenta de que aún vestía el uniforme y que tenía el brazo vendado de nuevo.

No tuvo que haber pasado demasiado tiempo desde que perdí la conciencia, aun así, no podía determinar con exactitud cuánto había sido.

—Esta radiografía la hicimos el mismo día que encontramos a Drey en la fosa —manifestó Julian, señalando el examen iluminado—. Como ves, muestra una fractura de húmero proximal no desplazada. Su recuperación no superaría las cuatro semanas. Ahora, esta otra radiografía... —tiró de la placa para poner a la vista otra diferente— la hicieron justo después de que fue sometida a las torturas. Se puede notar que la fractura empeoró casi al punto de necesitar una fijación con placas y tornillos para asegurar la reparación completa del hueso, algo que tomaría meses en suceder. —Cambió la radiografía reflejada en el negatoscopio, por una tercera—. Esta última, la que me sorprende, fue hecha hace unas horas. Es el mismo hombro y se ve muy claro que la fractura se redujo casi en un noventa por ciento. Eso significa que la herida de Drey está sanando a una velocidad inexplicable. En dos días será como si nunca se hubiese roto un hueso.

Levi guardó silencio por un momento. Mantenía las piernas algo separadas y los brazos cruzados con las manos bajo las axilas. Su posición era firme, pero su expresión era de puro desconcierto.

—¿Sus heridas se curan más rápido de lo normal? —preguntó con cierta duda, como si no hubiera entendido bien.

Había algo en la cara del doctor que se parecía mucho a la fascinación.

—Las heridas profundas como la fractura y el trauma acústico que sufrió anoche, sí. Cuando despierte será capaz de escuchar con claridad, no habrá daños colaterales y su hombro estará a la perfección en menos de una semana. Pero las heridas superficiales como la que sufrió en la barbilla debido a la caída en la fosa, sanan a un ritmo normal.

—Es impresionante —admitió Levi, asombrado.

El doctor se reajustó las gafas como siempre lo hacía.

—Comenzaré a hacerle estudios. Tengo algunas muestras de su sangre, así que empezaré por ahí. —Julian se dio vuelta. Cerré los ojos fingiendo estar dormida—. Lo que sé ahora es que Drey pudo haber sido objeto de varios proyectos que ni siquiera será capaz de recordar. No quiero pensar que las alteraciones en su organismo podrían llegar a ser indescifrables, pero como médico y especialista me temo que siempre es así con los individuos que se usan para experimentos. Tú sabes a lo que me refiero, conoces a la mayor prueba viviente de ello.

No pude ver qué más sucedía, de modo me valí de mi oído para tratar de imaginar la postura de cada uno. Si notaban que había despertado de seguro acabaría la conversación, y quería escuchar más.

—Parece que hay demasiado de Drey que aún no sabemos —agregó el comandante.

—Entrando a otro tema, ¿qué fue lo que sucedió con las plataformas antiaéreas? —inquirió el doctor, haciendo la interrogante oportuna.

—Las plataformas fueron probadas varias veces con anterioridad —contestó Levi—. La falla que se presentó anoche fue un asunto muy extraño.

—Pero, ¿tienen idea de qué pudo ocasionar el fallo? Según entendí, el lanzador no recibía la orden de disparo.

—No creo que algo lo haya ocasionado, sino alguien —confesó el comandante Homs.