〔 𝙅𝙄𝙉𝙓 ➳ mala suerte, o creencia de que una persona u objeto brinda mala suerte. 〕
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Ley'ra, una integrante del clan Metkayina, había perdido todo atisbo de esperanza y aceptado su cruel destino.
Sin embargo, quizá su perspectiva cam...
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Al contrario de Ao'nung y Ley'ra, quienes a claramente les irritaba la idea de hacer de niñeras, Tsireya se veía muy emocionada.
— Vengan, les enseñaré la aldea. — Aunque fue en singular, los dos mayores sabían que estaban obligados a ir.
La menor se acercó a los Sully, quienes comenzaban a tomar sus pertenencias de aquellas criaturas en las que habían llegado.
Ao'nung y Ley'ra compartieron una mirada ante la inesperada alegría de la fémina por la llegada de los na'vi del bosque. Ninguno de los dos comprendía porqué actuaba así, pues mientras el chico sentía incluso molestia por la presencia de ellos, a la fémina le parecía mejor optar por decir que le era indiferente.
La mayor de los tres se acercó de igual forma, contemplando a aquellos exóticos animales con curiosidad. Nunca los había visto, pues eran propios del bosque y no del océano. Eran majestuosos.
— Es un ikran. — Miró de reojo a la voz masculina que se dirigió a ella, viendo que provenía del mayor de los hijos.
Ahora que estaban cerca, Ley'ra era capaz de apreciar que el chico era alto, más o menos de la misma altura que Jake; a ella le sacaba bastantes centímetros, llegándole a la altura de la nariz más o menos, pues su crecimiento igual se vio afectado cuando quedó tan débil hace meses atrás. O eso le gustaba pensar, aceptar que era bajita por naturaleza le dolía.
A juzgar por sus accesorios, en su clan debía de ser un guerrero.
— Ese es el de mi padre, se llama Bob. — Prosiguió con una leve pero dulce sonrisa.
La metkayina hizo una leve mueca al escuchar ese extraño nombre, y el más alto soltó una pequeña risa; a nadie le gustaba aquel nombre, así que comprendía su reacción.
— Síganme, por favor. — Se giró al escuchar a Tsireya a la distancia, quien emprendió camino mientras cargaba algunas cosas, ayudando a los Sully.
Ley'ra volvió a dirigir su mirada hacia el na'vi a su lado, el cual seguía observándola con curiosidad. Sin decir nada ella se alejó, siguiendo al resto. Ante eso el na'vi del bosque ladeó un poco su cabeza mientras sus orejas se agachaban; solo había tratado de entablar conversación con alguien de su edad, pero ella ni siquiera le había dirigido la palabra. ¿Debería preocuparse?
Ley'ra avanzó hasta inconscientemente quedar en el medio, justo al lado de la más pequeña. La observó de reojo, notando como estaba muy concentrada en mirar a su alrededor mientras cargaba un cuenco el cual le habían dado para que se sintiera de ayuda, pues era muy chica como para darle más peso.
— Deja que te ayude con eso. — Murmuró extendiéndo sus manos hacia esta, llamando su atención.
Se lo dio con cuidado sin apartar su vista de ella, sonriendo cuando la mayor acomodó aquel bowl entre sus manos.
