〔 𝙅𝙄𝙉𝙓 ➳ mala suerte, o creencia de que una persona u objeto brinda mala suerte. 〕
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Ley'ra, una integrante del clan Metkayina, había perdido todo atisbo de esperanza y aceptado su cruel destino.
Sin embargo, quizá su perspectiva cam...
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A la mañana siguiente Ley'ra se dirigió hacia las rocas donde había quedado con Neteyam luego de despertar. En el camino se encontró a la Tsahìk del pueblo, por lo que la saludó con aquel gesto con sus dedos desde su frente hasta abajo e inclinándose un poco.
El vientre de la mayor ya se notaba algo más abultado, siendo obvio su embarazo. No entendía muy bien porqué la buena noticia no le emocionaba tanto como al resto de la familia, quizá porque en el fondo aún tenía cierto resentimiento; pero sabía que una vez naciera lo iba a adorar, ella era así con los niños.
— Ley'ra. — La voz de Ronal llamándola detuvo su caminar, así que se giró a mirarla. — ¿Adónde vas?
Era raro verla salir sin su cesta, y por eso la pregunta.
— El hijo mayor de los Sully quiere que le enseñe a domar a un skimwing, así que acepté ayudarlo. — Explicó con brevedad, mirando a otro lado.
— Eres la apropiada para eso. — Afirmó tras asentir con su cabeza.
Ley'ra la miró creyendo que había terminado, pero esperando a que ella se fuera primero por respeto.
— Luego iremos a recolectar abulones, podrías unirte. — Sus orbes coincidieron ante la propuesta de la mayor.
— No, gracias. — Susurró Ley'ra tras pensarlo por unos segundos, sonriéndole levemente a su tía para no sonar tan brusca.
Ronal la miró por unos segundos con seriedad, aún recordando cuando no se perdía una recolección por nada del mundo. Suspiró para luego limitarse a asentir con su cabeza, aceptando la decisión de la chica. Ella también sentía su cambio, pero es que todo era distinto sin Otamu. Finalmente se fue de allí bajo la atenta mirada de su sobrina.
Tras ver a Ronal desaparecer de su punto de vista, Ley'ra siguió avanzando hacia las rocas. Pensó que debería esperar por el chico, pero al ver su silueta con aquel color tan distintivo supo que se había equivocado.
— ¿Llevas mucho esperando? — Neteyam la miró con rapidez, levantándose ya que estaba sentado.
— No, acabo de llegar hace un momento. — Le restó importancia mientras le regalaba una sonrisa a la fémina.
La de orbes celestes asintió con su cabeza, llamando posteriormente a los ilu haciendo sonidos con su garganta. Dos de las criaturas no demoraron en aparecer, saludando a los na'vi con alegría por verlos; así eran de amigables.
— Nos alejaremos un poco más, ahí te pondré a prueba. — Le comunicó a la vez que entraba al agua con cuidado, estableciendo el vínculo con uno de los ilu.
— Bien. — Neteyam imitó su acción, aunque algo nervioso al escuchar eso de una prueba.
Debía esforzarse en hacerlo bien, pues no le gustaría fallar y menos frente a una chica por la cual comenzaba a desarrollar sentimientos incluso con sus pequeñas interacciones, las cuales esperaba poder hacer más duraderas y frecuentes. No había que ser muy tonto para darse cuenta, y los na'vi aceptaban sus emociones como eran la mayoría de veces; ella era fantástica, darle vueltas al asunto podría significar perderla sin siquiera intentarlo, y él no estaba dispuesto a eso.