〔 𝙅𝙄𝙉𝙓 ➳ mala suerte, o creencia de que una persona u objeto brinda mala suerte. 〕
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Ley'ra, una integrante del clan Metkayina, había perdido todo atisbo de esperanza y aceptado su cruel destino.
Sin embargo, quizá su perspectiva cam...
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El silencio se instaló entre ellos, aunque sus miradas parecían valer más que mil palabras.
Neteyam había estado carcomiéndose la cabeza por la preocupación durante toda la noche, incluso cierta angustia seguía instalada en su pecho hasta hace minutos atrás; pero la simple y divina sonrisa de Ley'ra era suficiente para calmar a su corazón. Antes de poder advertirlo, sus hombros se habían relajado a la vez que su semblante se suavizaba, correspondiendo al gesto de la fémina al igualmente alzar las comisuras de sus labios.
—Te estaba buscando —comenzó ella a explicar, mordiendo el interior de su mejilla ante aquel temblor en su voz que le hizo tartamudear.
Por el contrario, el ojidorado soltó una leve risa nasal debido a lo tierna que se le hacía la chica. Una calidez se instalaba en su pecho ante su mera presencia.
—¿De verdad? Porque yo también te buscaba a ti —informó mientras daba un par de pasos, aproximándose más a la menor.
—¿Me estabas buscando? —Las orejas de la fémina se agacharon un poco, con docilidad, y su cola se agitó algo inquieta. El asentimiento por parte del muchacho solo provocó que su sonrisa se ensanchara. —Creo que necesitamos hablar, Neteyam.
—Estoy de acuerdo, Ley'ra —el nombre de la fémina salió de sus labios como si de una caricia aterciopelada se tratase, removiendo algo en el interior de la susodicha.
—Ven —se estiró para tomar la mano del chico con delicadeza, comenzando a avanzar con rapidez para de esa forma hallar el sitio adecuado para mantener aquella importante conversación que habían atrasado por demasiado tiempo, o la cual simplemente no habían terminado de concluir.
Neteyam no opuso resistencia, siguiendo a la más baja con gusto hasta bajar de la malla elástica que comunicaba todas las marui. Sus ojos no dejaban de buscarse los unos a los otros, compartiendo miradas y risitas cómplices durante el camino. Quizá la noche anterior había sido algo tensa, pero ver al contrario de buen humor lograba al instante alegrar al otro. No obstante, otro impedimento se les cruzó en el camino una vez más.
—Ley'ra —una ronca voz llamando a la fémina causó que ambos jóvenes detuvieran su andar. Por muy extraño que sonase, no sentía nada igual a lo que experimentaba cuando era Neteyam quien la nombraba.
—Ikäru —la de ojos celestes realizó el saludo con sus dedos en su frente, recibiendo una respuesta recíproca por parte del otro metkayina casi de inmediato. —¿Sucede algo?
—Sí —la afirmativa salió algo brusca, aunque más gélidos eran los orbes verdosos del joven. —Me gustaría hablar un momento contigo.
Ley'ra parpadeó un par de veces al sentirse desconcertada, intercambiando miradas con el chico del bosque antes de volver a contemplar a Ikäru.