〔 𝙅𝙄𝙉𝙓 ➳ mala suerte, o creencia de que una persona u objeto brinda mala suerte. 〕
═════════════
Ley'ra, una integrante del clan Metkayina, había perdido todo atisbo de esperanza y aceptado su cruel destino.
Sin embargo, quizá su perspectiva cam...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Neteyam mentiría si dijera que había dormido bien, pues sin duda esa noche fue la más inquieta que pasó desde que llegaron al arrecife.
Al llegar a su marui hizo todo lo posible por ocultar su malestar, aunque fue sencillo intuir que algo había pasado ya que el muchacho estaba ido. Cuando Kiri le preguntó si todo iba bien, él simplemente dijo que sí bajo la atenta mirada de toda su familia para luego dar las buenas noches y acostarse. No obstante, casi ni pegó ojo debido a la preocupación. Solo había sido una inocente broma, así que trataba de tranquilizarse afirmando que no pasaría nada y el malentendido quedaría solucionado pronto; pero ¿y si lo había arruinado todo?
No supo cuándo se durmió; sin embargo, a la mañana siguiente salió de su hogar nada más terminó de desayunar. Sus hermanos de igual manera fueron cada uno a empezar su mañana, lo cual lo hacía todo menos sospechoso.
Se dirigió con determinación aunque algo nervioso a la tienda de Ley'ra, solo para no encontrarla ahí; al parecer se había ido bastante temprano. Intentó esperarla, pero al final también tenía otros quehaceres como el ocuparse de sus hermanos. Cabizbajo y con las orejas agachadas, abandonó el lugar. Ese día no se topó con ella.
Aquella noche se sintió más fría y oscura de lo normal una vez más; la ansiedad y angustia lo carcomían. Seguramente por eso ni siquiera desayunó antes de salir casi corriendo, dándole una vaga explicación a su madre quien lo observó marchar con preocupación; Neytiri sabía que algo le sucedía a su hijo.
Afortunadamente el dicho es cierto y a quién madruga, Dios (o Eywa en este caso) le ayuda. La metkayina a la que tanto buscaba recién salía de su marui con un semblante serio y portando una cesta en sus brazos.
- ¡Ley'ra! - Exclamó con una pequeña sonrisa, trotando para llegar junto a la fémina.
Ella lo miró con ojos apagados, solo para después seguir su camino sin siquiera esperarlo; de hecho aceleró su paso, como huyendo de él. Neteyam se detuvo ante la sorpresa de aquella reacción, tragando saliva en seco mientras sentía todo su cuerpo tensarse. Sus sospechas eran ciertas, ella de verdad lo odiaba.
En ese momento no pudo actuar por culpa de la impresión, pero si algo lo diferenciaba era su persistencia: daba igual las veces que se equivocara, volvía a intentarlo hasta obtener el resultado que quería. De hecho, aquel rasgo lo compartían en común Ley'ra y él; sería bastante difícil la confrontación en esa ocasión.
Y en definitiva lo fue, pues los días pasaban y la de orbes celestes continuaba evitando al omaticaya a toda costa. Cuando se encontraban apartaba la mirada, ignorando los ojos dorados que la buscaban con desesperación; e igualmente pretendía no escucharlo cuando le hablaba, aunque sus orejas se movían ante el tono de su voz. Cada intento por parte de Neteyam fue fallido, lo que le había puesto de muy mal humor.