〔 𝙅𝙄𝙉𝙓 ➳ mala suerte, o creencia de que una persona u objeto brinda mala suerte. 〕
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Ley'ra, una integrante del clan Metkayina, había perdido todo atisbo de esperanza y aceptado su cruel destino.
Sin embargo, quizá su perspectiva cam...
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Habían pasado unos cuantos días en los cuales realmente Ley'ra no había interactuado demasiado con los Sully. Los recién llegados se concentraban en reforzar lo aprendido, y aunque la metkayina había estado presente un par de veces, no veía que su presencia fuera primordial; Tsireya podía encargarse, y como adulta que se mantenía por ella misma prefería gastar su tiempo en otros quehaceres.
Aún así, al haberlos estado observando durante los pequeños ratos que se juntaba con ellos, pudo confirmar para sí misma que eran buenas personas; una linda familia. Ya no pensaba tanto en que eran mestizos, pues de todas maneras habían nacido en Pandora y eran más na'vi que humanos. A Ley'ra no le gustaba ser juzgada, así que juzgar a otros sería ruin e hipócrita de su parte.
Terminó de afilar la hoja de su navaja, volviendo a guardarla en la funda en su cadera para luego levantarse, agarrando la cesta que siempre usaba para recolectar fruta. Era una labor sencilla la cual disfrutaba, por lo que se le hacía más fácil salir e intercambiar posteriormente raciones de alimentos con otros del clan; de esa manera ganaban todos al no tener que dar viajes innecesarios a por lo que necesitaban. Hacían lo que mejor se les daba, y luego lo repartían entre ellos.
Al salir de su hogar miró hacia la orilla, aunque esta vez no había rastro de Tsireya o los omaticaya. Generalmente a esa hora ya estaban reunidos, pero quizá esa mañana se estaban tomando un descanso o haciendo alguna otra cosa. Restándole importancia siguió su camino con la mirada agachada, suspirando una vez sus pies tocaron la cálida arena. Estaba por entrar al bosque de la isla cuando una voz masculina la detuvo.
— ¡Ley'ra! Te estaba buscando. — El chico llegó a su lado, observándola con una sonrisa mientras la saludaba con aquel gesto propio de los na'vi en muestra de respeto.
— ¿Me buscabas? — Preguntó con algo de confusión, sin entender el porqué.
El varón asintió, acomodando una trenza rebelde de su cabello que le estorbaba en la cara.
— Me gustaría aprender a montar a un skimwing, y hablando con Tsireya me dijo que tú podrías ayudarme con eso. — Explicó algo apenado ante la idea de molestar a la fémina.
La sonrisa del de orbes dorados se hizo algo más pequeña al visualizar como Ley'ra lo analizaba de arriba a abajo, examinándolo.
— No puedo, lo siento; aún no estás listo, Neteyam. — Murmuró para luego continuar avanzando, pero esta vez el chico caminó a su lado.
— ¿Qué es lo que me queda por aprender? — Cuestionó con genuina curiosidad. — Me esforzaré, soy rápido.
Ella se detuvo, bufando levemente mientras sus orejas se movían hacia abajo.
— Domar a un skimwing no es ninguna broma, es difícil e incluso muchos metkayina fracasan al intentarlo. — Lo miró con dureza, tratando de quitarle aquella idea de su cabeza.
