Bill

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Desde que los gemelos menores llegaron al pueblo, Bill a procurado mantenerse oculto, su poder aún no era la más poderosa y se negaba a cometer un error para arruinar su venganza.

Algo que lo sacaba del aburrimiento era la presencia del Pines menor, pues ha notado que últimamente Dipper ha intentado llegar a él siguiendo las energías robadas del pueblo, por lo que lo ha estado regresando a la entrada de la cabaña con la excusa de que aún no es el momento y que podría arruinar sus planes, pues cada ves se acerca más y eso lo hace emocionante pero no debe permitirse dejarse ver en esa situación tan humillante además, desde que inicio a vigilarlo una sensación incómoda ha surgido dentro de él. Una sensación de de se siente emocionado pero a la ves temeroso de lo que podría suceder. Negaba a tener aquellos sentimientos, pues siendo un demonio sería humillante ser visto de esa manera.

Quizás usar al castaño como su marioneta sería lo mejor, necesitaba idear un plan para ponerlo de su parte y así mantenerlo a su lado, cosa que cada día que pasa parece más fácil, cada día parece ser discriminado e ignorado por su familia, la gracia que le dio al ver como estrella fugaz lo ignoraba cada ves que el pequeño Pino intentaba hablarle sobre su supuesta investigación o como ahora que el pobre muchacho se encuentra encerrado por culpa de esa mocosa.

"Me la ponen más facil"

Murmuraba, aunque claro, había excepciones, pues veía que la actitud de Pino cambiaba de mal a peor, algo que como se había mencionado le hacia sentir ligeramente incómodo.

Quizás Dipper era demasiado débil para sus planes, ese ers el pensamiento que surgia cada ves que veia como el muchacho se dejaba pisotear, había ocupaciones en la que lo ayudará por así decirlo pero no quiere que pinetre siga empeorando, es más, existe ese extraño deseo de querer volver lo que fue antes, alguien entusiasta no como ahora que parece un saco de carne muerta, más cercano a ser un zombie.

Un día se dio cuenta de que el muchacho no había probado bocado alguno durante toda la mañana y auque le pareció gracioso ver como luchaba por alcanzar una fruta, aquella sensación de incomodidad se hizo presente por lo que con su magia ayudo a que el muchacho tomará la manzana. Al verlo con ese rostro de alegría le pareció algo, tierno.

Siguió vigilando, anotando cada cosa que descubría sobre la personalidad de Pino, había ciertos tiempos donde debía tener paciencia para no arrancarle la cabeza a aquellas personas que ignoran al muchacho de ser él, estaría al pendiente hasta de como respira.

No se, es un sentimiento extraño que Bill solía sentir cada ves que ocupaba su cuerpo humano.

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