Tu Eres Mi Salvación

Sólo Dipper

― Sabes que debes dejar salir a Pino para que se enteré de nuestro trato ― dijo Bill después de una hora de silencio mientras arrebatada la gorra azul de la cabeza de Dipper

Dipper se molesto ― él no debe enterarse del trato mal hecho, si lo hace, juro te arrepentirás triangulo de un solo ojo ― sin cuidado recuperó su gorra ― y no te creas de más, sabes bien que vere como anular ese trato ― dijo, se acomodo su gorra y siguió su camino

― para ser una conciencia, te digo que eres muy impulsivo ― gruño Bill

Frente a ellos estaba una enorme mansión, La Mansión Sureste apodada, Mansión noroeste

― Estamos aquí otra vez ― dijo Bill con aburrimiento

― Ellos fueron un gran apoyo en el pasado. Dipper hablará con ellos, que no se enteré de nuestro trato o te castro 

Pacífica y Guideon han sido los únicos en poder comunicarse con Dipper.

Después de la discusión que tuvo con Cipher por el injusto trato, Dipper se dedicó a buscar a los aliados que ayudarán con su misión, desde entonces, Pacífica y Guideon han sido los únicos en saber de su paradero.  Eso si, omitiendo el dichoso trato que tiene con ese triángulo

Bill rodo los ojos ante lo dicho por Dipper, luego fruncio la frente al ver como el castaño apresuraba sus pasos para llegar hasta donde se encontraba aquella rubia, Pacífica Noroeste.  Odiando más al subconsciente que, tal parece solo deja salir a Dipper cuando esta lejos de él y cerca de ellos

(.......)

― ¡Dipper! ― Grito Guideon al verlo llegar junto a Pacífica ― Ya estas aquí

― Si, lamentó tardar, pero... ― nuevamente Dipper fue estrujado en un abrazo. Bill desde la distancia fulmino con la mirada al peliblanco, empezaba a perder la paciencia

― Esta bien, pasemos al jardín, hay mucho de que hablar ― interrumpió Pacífica con una sonrisa

―  Mabel anda diciendo que yo escape por eso  ―  Dipper se levantó de su asiento completamente asustado.  Hace unos minutos Pacífica le contó todo lo que su gemela había dicho en su visita a la cabaña. Le pareció increíble todo lo que su hermana es capas de hacer y decir.

―  Es algo que ya veia venir ―  opinó Pacífica ―  Era obvio que detesta a su hermano, pero Dipper es tan inocente que se dejo engañar por su dulce hermana ―  de manera dramática, la rubia peiscaba las mejillas de Dipper y lo abrazaba mostrando consuelo

―  Pero descuida, estamos dispuestos a apoyarte en lo que necesites, aunque se trate de tener a un demonio cerca ― opinó Guideon con burla. Desde que se entero que, el gran y poderoso Bill Cipher no poseía todos sus poderes, Guideon y Pacífica  se mostraban tranquilos al estar a su lado, más cuando se enteraron de como el malévolo demonio salvo la vida de Dipper en más de una ocasion.

Ya se hacía tarde, por más que Pacífica insistirá en que Dipper se quedara en la mansión, nuevamente aquel castaño prefirió regresar al bosque junto a Bill.

Aquel demonio mostraba una sonrisa de victoria al ver como los aliados de Dipper se mostraban molestos.

Dipper no dijo ni una sola palabra desde que salieron de la mansión, dos días sin mostrarse ante su familia y ellos en lugar de mostrar preocupación, levantan falsos ante el pueblo.

― Sabes, empiezo a aburrirme ― dejándose caer sobre las almohadas, Bill noto como Dipper abrazaba sus rodias y miraba la entrada de la tienda  ― no veo avances de parte de tú trato, así que, no estas cumpliendo, ¿sabes que eso puede traer consecuencias?

Dipper giró a ver el demonio, su rostro mostraba confusión ― ¿Trato?― pregunto sin saber a que se refería el demonio.

Desde que salieron de la cabaña, dentro de la mente de Dipper hubo un problema, con su conciencia se dieron cuenta que, al ya no estar la gema, su subconsciente volvia a ser eso, una conciencia que lo atormenta sin posibilidad de salir, algo que temió al principio pero, que después fue entendiendo, esta era su batalla, él debía resolver los problemas de su vida y no esconderse de manera miserable. Aunque claro, su conciencia le advirtió que, debe ser fuerte, ya que tiene amigos con quien confiar.

Bueno, nunca se entero de un trato hasta ahora que mira como el demonio palidecia, Dipper fruncio la frente ― ¿Bill, de que trato hablas?

Al no recibir respuesta, Dipper gateo hasta quedar sobre Bill, con molestia puso sus manos sobre sus hombros evitando que el demonio se levantará.

Bill abrió los ojos al sentir el pequeño cuerpo sobre él, podía distinguir el miedo en esos ojos cafeces, sentía cosquillas debido a los cabellos castaños que rozaban su nariz, Dipper estaba demasiado cerca, Bill paso su mirada ha los labios de del cataño, los cuales temblaban, la fuerza que usaba Dipper para retenerlo era sorprendente, tan pequeño pero fuerte, Bill sonrío, era obvio para el, su gema no existe, aquella versión de Dipper no podía regresar, al menos no para él, eso significa, que tenía a su pino de vuelta.

Aquella sonrisa le causo escalofrios a Dipper, temia por su vida, que tal y aquel demonio acepto ¿el trato que le ofrecio? Eso quiere decir que morira, pero, ¿que ofreció a cambio?

― Mi pequeño Dipper, no es lo que estas pensando ― murmuró Bill cerca del oido de menor ―ni loco aceptaba ese trato ― pensó después de  escuchar los pensamientos de Dipper y recordar aquel día  le causo un sentimiento que jamás creyó sentir, miedo ― es algo que, nos conviene a los dos ― dijo con una sonrisa sincera, sin duda, verá como cumplir la parte de su trato