Cap.1=Boca Suelta

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Capítulo uno

Tengo dos cosas que decir.

La primera es que justo ayer subí de rango, al parecer, ya que ahora soy una suboficial; y la segunda, es que recién entre a esto de ser una agente y ya estoy de viaje en un bus hacia el dichoso pueblo de BlackDays.

Ni siquiera me pude despedir de Faty... Aunque estoy segura que ella no me extrañará.

Aparte, esto de irme de un segundo a otro no me desagrada, ya que por un lado siento mucha curiosidad por el lugar que ha mandado a 67 soldados con casos de demencia y ha dejado 28 desaparecidos; sin embargo, también me siento nerviosa, porque yo puedo estar fácilmente en cualquiera de los tres bandos que hay.

Los desaparecidos después de un mes o los demenciales quienes afirman haber visto criaturas horrendas en ese lugar o puedo ser del grupo que nunca les ha pasado nada pese a llevar su tiempo investigando, o sea, mis compañeros.

Observo de reojo a las personas del lado izquierdo del bus ir de manera casual y despreocupadas como si fuera algo cotidiano lo que hacen.

Aunque... Si forma parte de su día a día, ya que no me parece haberlos visto seguido en la base.

Llevo los ojos a la persona sentada en frente de mí y hago memoria de haberlo visto alguna vez; no obstante, mi mente me coloca una página en blanco en mi base de datos.

No tenía ni idea de que existía.

Suspiro dejando caer mis hombros y pego la cabeza del asiento delantero mientras fijo la vista en mis jeans negros.

Dejando el tema de mis compañeros de lado, ¿Qué es lo que se supone que deba hacer al llegar?

¿Intentar buscar un sitio? ¿Un trabajo? ¿Comida? ¿Dinero? ¿Información?

Un portafolio marrón es dejado justo a un costado de mis piernas y junto las cejas levantando mi rostro y tomándolo entre mis manos.

—¿Y esto? —digo examinando jalando el cordón para sacar el manojo de hojas repleta de información de su interior.

—Es lo que necesitas saber para sobrevivir, —Dilan, el chico informático del grupo se da vuelta para ir a su lugar al final del bus y Mason ladea la cabeza en mi dirección posando sus ojos en él quien aún yace en el pasillo.

—Dilan, ¿Agregaste los lugares con código rojo?

Asiente —Lo hice.

—Mason, ¿Aún sigues creyendo que llevarla a ella con nosotros es una buena idea? —salta Dinna, la hija del jefe y estratega, cuestionando mi competencia en lo que hago y ruedo los ojos sin una pizca de gracia mientras sigo leyendo el documento en mis manos.

—Lo único que va a pasar es que Mason te la tire a ti por estar cuestionando sus decisiones, así que cállate de una buena vez —Cris, el experto en armamento y tácticas, vuelve a acomodar sus cascos de manera en que no pueda escucharnos y regreso mis ojos a mi queridísimo superior.

Tanto que creo que derrocho corazones de amor por él.

—Dinna, quiero que te preguntes y recuerdes quién soy yo en todo esto, —sus ojos neutros se posan sobre ella y esta aprieta sus labios de forma molesta —ya he oído suficiente de tus quejas y si no dejas que el operativo se lleve a cabo no tendré ningún problema en desligarte del grupo.

—Tampoco hace falta que me hables de esa manera, Mason —se levanta de donde está sentada y se posa justo al frente del asiento donde está este —sabes que lo único que quiero es que tú y yo estemos bien con todo esto.

Operación D ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora